jueves, 18 de abril de 2013

Capítulo 7 parte 2


 Nora

Noto el brazo de alguien agarrando mi cuerpo y me tambaleo haciendo que nos caigamos los dos. Me río como puedo, esto es un sofá y todo tiene mucha gracia... 

Abro los ojos y amanezco en mi cama o creo que es mi cama porque todo está bastante confuso. Me levanto estando segura de que antes no estaba aquí, lo último que recuerdo es el sofá, estoy segura.
Me acerco a la habitación de Blair donde ella duerme todavía. Me tumbo en el espacio vacío y lloriqueo un poco para despertarla.
-Blaiir, vamoos, Blaiir.
-Déjame- dice sin abrir los ojos.
-Por favor.
Gruñe pero no se levanta, ni abre los ojos, ni siquiera se gira.
Blair, soplo en su cuello donde sé que tiene cosquillas y se revuelve.
Suelto una carcajada y ella abre los ojos.
-¿Anoche fuimos a esa maldita fiesta, verdad?- pregunto.
-No.
-Blair.
-Sí.
-¿Qué recuerdas?- pregunto con miedo.
-Mmm jugamos a la botella, creo que bebimos demasiado mmm.
-Te metiste al armario con Harry- susurro.
Suelta una risita y niega con la cabeza pero luego vuelve a estar seria.
-Mierda, delante Zayn.
-Primero besaste a Zayn.
-Tú te metiste al
armario con Liam.
-Liam está soltero.
-Era un maldito juego, oye no, él podía haberse negado.
-Pero no lo hizo.
-Tú has vuelto a quedar con Liam.
-Porque lo sugirió él, yo no pude negarme.
-¿Era muy feo negarse?
-Vete a la mierda.
Vuelve a tumbarse en la cama y suspira.
-¿Qué vas a hacer?
-Quedar con él y no sé.
-Ya, no sé...Voy a casa de Sam procura que mañana la casa siga en su sitio.
-Blair.
 
-Es un aviso- se levanta y se estira- ¿no te mueres de hambre?
Desayunamos mientras ambas intentamos no desesperarnos por los recuerdos de anoche. Mi mente ya ha recordado con ayuda de Blair el ochenta por ciento de la noche, solo nos falta saber cómo regresamos a casa. La urbanización de los chicos está a más de media hora de nuestro piso en coche por lo que no me explico cómo regresamos.
¿Deberíamos haber dormido allí?  
"¿Te veo mañana? Hoy ya sé que estás ocupada ;) H.".
Me echo a reír y se lo enseño a Blair.
-Vas a tener que elegir a uno- bromea.
-Blair, Harry y yo solo somos amigos.
-Ya, también te besaste tú con él.
-No fue a mi a la que casi le baja las bragas- contraataco.
Gruñe y niega con la cabeza.
-Contéstale, seguro que lo está esperando inquieto.
Pongo los ojos en blanco pero lo hago. 
"Voy a mirar en mi agenda de chicaocupada hahaha ¿a dónde piensas llevarme?".
"A mi cama haha. Sorpresa! x".
Pongo los ojos en blanco pero aún así me río y siento la cabeza de Blair detrás mío.
-Lo que yo decía, de todas formas lo entiendo, Harry se ha vuelto muy maromo este último año.
-¿Tú no te vas nunca?
-Ya me voy, ya me voy.
Su cuerpecito sale por la puerta y me aseguro unos cuantos segundos más para responder el mensaje.
 "Me gustan demasiado todas las sorpresas menos las tuyas, me das miedo. Nada de cosas raras."
"Las mías deberían ser tus favoritas, prometo que nada de cosas raras."
"Está bien, ¿dónde y cuándo?"
"Eso déjamelo a mi, asegúrate de echar a Payne para la hora de comer. x"
"Oh vale, perfecto sí!"
"Es una sorpresa, cielo. Empléate a fondo hoy ;)."
"Pensaba hacer eso contigo pero vale."
"Oh no juegues conmigo así, Juzs."
"Buenas tardes, Styles x."
 
He hablado con él por mensajes y hemos quedado exactamente en una hora, tres minutos y quince, catorce, trece segundos. Estoy histérica y no debería vamos solo vamos a tener sexo toda la noche, oh mierda ¿también vamos a cenar? Mierda, mierda, también viene a cenar, ¿ha cenado ya? ¿Cómo sé si ha cenado ya? Oh no, son las ocho y media tiene que haber cenado ya, tiene que haberlo hecho sí, sí.
-Blaiir- grito.
-¿Qué?
-¿Hemos cenado?
No escucho respuesta y me impaciento, no soy capaz de recordar ese pequeño detalle porque no soy capaz de pensar ahora mismo.
-Cielo,- veo a Blair apoyada en la puerta riendose- antes de meterte en la ducha te he preguntado y me has dicho que no eras capaz de comer nada y que él te había dicho que iba a cenar con los chicos antes de venir.
Cierro los ojos y me río. Es cierto.
-Sí, esto vale.
-¿Piensas vestirte o qué?
-No sé qué- susurro y me fijo en que estoy tiritando con la toalla enrollada en mi cuerpo.
-¿Nerviosa?
-Esto es distinto, B, es tan distinto.
-Te entiendo- se ríe- ¿qué tienes pensado?
-Es que creo que tengo pensado todo menos lo más importante.
-¿Mmm?
-La ropa interior.
Suelta una risita y se desplaza hasta mi armario sección ropa interior sexy.
-¿Color, textura, forma?
Me encojo de hombros.
-Vale, mm que te parece algo sexy pero no muy de putón, enseñale esa parte tuya cuando llevéis más tiempo juntos.
-Blaiiir- me quejo.
Siento cómo estoy empezando a ponerme roja delante de mi mejor amiga lo cual no tiene mucho sentido.
-Me encantará ver su cara cuando te vea con esto- coge uno de mis tangas transparentes y vuelve a reírse.
Juro que la odio.
Lloriqueo y Blair se sienta a mi lado en la cama.
-Encaje negro, discreto, sexy, perfecto para empezar. -Realmente ya me ha visto en ropa interior dos veces antes de hoy y bueno sin contar el año pasado- digo.
-Pero tú misma has dicho que hoy es distinto.
-Cierto.
-Si necesitas más ayuda solo grita pero hazlo ya porque me iré a casa de Sam pronto.
Asiento y B cierra la puerta cuando sale. Perfecto. Dejo que caiga al suelo la toalla al levantarme y elijo el conjunto adecuado. Me doy la crema hidratante y sin pensarlo mucho me visto con una camiseta y unos shorts vaqueros sencillos. Decido que el pelo suelto es lo mejor y que el maquillaje suave tendrá un buen efecto, así que me aplico lo básico.
Cuando estoy eligiendo las sandalias que me pondré Blair se despide de mi y me recuerda que tan solo me quedan veinte minutos. Intenta tranquilizarme antes de irse pero no surge mucho efecto. Cuando sale por la puerta tengo que obligarme a recoger mi habitación y a cambiar la sábanas de flores por unas azules lisas. Controlo mi reloj cada quince segundos y me recorro todo el salón nerviosa. Ocho minutos, nueve segundos, ocho, siete... Oigo un ruido en la puerta y corro hasta ella. 

  Liam

Me miro en el espejo del portal antes de subir a su piso. Creo recordar que este tipo de camisetas le gustaba. Y vaqueros. Lo mejor para una... ¿cita? Sí, cuenta como cita. Miro el reloj. Llego diez minutos antes. Subo igualmente y me paro frente a su puerta los diez minutos restantes hasta la hora en la que hemos quedado. Llamo y abre sin que haya despegado el dedo del timbre.
-Ya pensaba que no ibas a llamar nunca, ¿te daba miedo el timbre o es que pensabas irte corriendo?
Me saca una sonrisa. Espero que no se note que llevo todo el día esperando este momento. La miro y ella mira sus sandalias.
-¿Me dejas pasar? -digo con una voz más clara de la que me hubiera gustado.
Se hace a un lado y la puerta esconde su cuerpo cuando entro a su piso. Es tal y como me imaginaba su casa londinense. Exactamente.
-¿Qué pasa? ¿Por qué sonríes?
Le miro. Me mira con cautela y se me agranda el pecho con una sensación agradable.
-Este sitio es muy tú.
-Normal, vivo aquí. 
Me echo a reír y luego nos quedamos en silencio. Incóooooomodo. Me doy cuenta entonces de lo cerca que estamos. No recuerdo cuándo nos hemos acercado tanto. Reacciona, vamos, venga. Bésala. Nora se tapa la mano con la boca como cada vez que está incómoda y avergonzada. Levanto el brazo y retiro, agarrando su muñeca, su brazo de ahí. Me agacho hasta su altura y presiono mis labios contra los suyos. No me muevo. Ella sonríe y yo agarro su otra mano para guiarlas hasta mi cuello. Mueve su boca en la mía y decido dejarme de sutilezas.
Mis manos bajan por la curva de su espalda y culo hasta llegar a la parte alta de sus muslos, separarlos con cuidado y aupar su cuerpecito en el aire. Suspira y profundizo el beso. Sus labios se mueven en los míos y decido preguntarme por qué no se quedó ayer ya en mi casa. Su lengua se desliza tímidamente en mi boca. Joder, Nora. Agarro con más fuerza su cuerpo para pegarlo todo lo posible al mío y en un segundo separa su boca de la mia en busca de aire. Vuelvo a besarla antes de que se calme.
-La habitación -digo contra su boca, su aliento caliente en mi labio superior, sin perder un instante.
-¿Mmm?
No quiero separarme más de tu boca, sólo dime cuál es tu habitación.
-¿Dónde está?
Vuelvo a besarla sin caer en la cuenta de que no puede contestarme con mi boca distrayéndola. Me da igual. Me estoy impacientando. Estoy a punto de mandarlo todo a la mierda y hacer que se tumbe en el sofá cuando una de sus manos se separa de mi cuello. Miro la dirección que señala y me dirijo a la puerta blanca. Nora me muerde el cuello, lo lame, haciendo que me estremezca, dificultándome el andar como una persona normal. Cierro la puerta de una patada y llego por fin a su cama.
Descanso su cuerpo en la cama con excesiva delicadeza y me incorporo para mirarle desde arriba. El pelo revuelto se esparce alrededor de su cabeza. Le ha crecido mucho este año. Me mira confusa y noto que su pecho sube y baja con fuerza mientras trata de recobrar la respiración. Se extiende por mi cara una sonrisa y acaricio su cintura. Me mira más confusa si cabe. Beso su cuello con calma y acaricia mi pelo, subo lentamente su camiseta deslizándola por la suave piel de su vientre y respira con dificultad en mi oído.
-No me hagas esperar, Liam -me susurra.
Es su forma de decir mi nombre la que me hace cambiar de idea. Muerdo su hombro y se ríe. Bajo por su cuerpo y doy besos a la piel expuesta.
-Esto es un poco raro -dice-, después de tanto tiempo...
Me separo de ella, su camiseta está subida, ya enseñando su sujetador.
-Sí -le doy la razón y me clava la mirada. Me pregunto si sabe lo que estoy pensando, porque lo parece.-Vamos a hacerlo bien. Vamos a ponernos al día. Quítate la ropa -digo del tirón.
-Es que prefiero que me la quites tú -replica.
Me mira, retándome. Medio sonrío.
-A tus órdenes...
Susurro contra su piel y echa la cabeza hacia atrás para dejarme su cuello al alcance. Muerdo, beso, lamo toda la piel que veo. No pienso lo que hago y le ayudo a quitarse la camiseta. No tengo prisa pero no quiero parar. Sus dedos se hunden en mi camiseta y tira de ella un poco hacia arriba. Me deshago de ella también. Beso su pecho, la piel se le pone de gallina, beso todo lo que me permite su copa de encaje negro. Noto las pulsaciones eufóricas de su corazón contra las costillas. Le quito el pantalón mientras sus manos intentan aferrarse a mi espalda y yo junto nuestras pelvis con fuerza poco disimuladamente. Venir aquí ha sido la mejor idea del mes. Respira entrecortadamente cuando mi boca vuelve a la suya. Sus quejidos y gemidos continúan excitándome mientras mis manos recorren su pecho cubierto, y bajan hasta la otra pieza de su ropa interior. Me baja el pantalón todo lo que puede y me deshago de él también en el menor tiempo posible antes de volver a su cuerpo.
-Quítatelo ya -dice, poniendo un dedo entre la piel de mi abdomen y la tira elástica de mis boxer.
Suelto una risita.
-Todavía no.
Me mira con todo el odio que cree que puede conseguir y sus manos viajan hasta su espalda para desabrocharse y tirar lejos su sujetador. Un hormigueo más que familiar me recorre la espalda cuando me doy cuenta de que su cuerpo desnudo no ha cambiando nada. Agarro sus manos antes de que pueda desnudarse del todo ella sola y me encargo yo del asunto. Me vuelvo a tumbar encima de ella cuando no queda más que mi ropa interior entre nosotros. Puede notar perfectamente mi erección contra su abdomen, lo sé. Suelta una risita y sus mejillas se tiñen ligeramente. Le mordisqueo un poco el labio y empieza a hiperventilar otra vez más fuerte cuando muevo las caderas. Sonrío.
-El efecto que provocas en mí, ya ves -digo casualmente.

 Nora

 Abro los ojos despacio y siento cómo alguien a mi lado se revuelve. Cierro los ojos de golpe con la esperanza de que no me haya visto y espero algún movimiento por su parte. No se mueve, parece que no se ha dado cuenta. Quizá sigue dormido. No lo sé, no he podido mirarle.
-¿Quieres desayunar?- pregunta un par de segundos después con voz grave.
Tiene un voz muy sexy, más por la mañana.
-Buenos días a ti también- digo abriendo de nuevo los ojos.
-Buenos días.
Lo primero que veo es su cara, sus ojos me analizan de una manera que me asusta un poco porque no puedo saber lo que realmente está pensando.
-No deberías estar aquí- suelto.
No sé por qué lo hago pero simplemente lo suelto. Muy bien Nora, en tu línea. Me mira de una forma más extrañada todavía y luego susurra un "oh".
-Cierto, no debería estar aquí.
Se levanta de la cama y me maldigo al segundo pues se lleva todo el calor y me deja desprotegida. Mierda. Joder. No le necesitas, no.
Me giro porque estoy poniéndome terriblemente nerviosa.
-No volverá a pasar- oigo que dice.
-Perfecto.
Acabamos de definir esto, acabo de definir esto.
Me giro un momento y veo que se está poniendo los pantalones y que calzarse es lo único que le queda.
-Puedes desayunar si quieres, hay comida en la nevera.
-Desayunaré por el camino- dice fríamente.
-Vale.
No contesta y sigue a lo suyo intentando encontrar sus converses. Me levanto de la cama completamente desnuda y voy hasta mi armario. Noto como me mira y sonrío.
-Joder Nora, ¿qué se supone que vamos a hacer a partir de ahora?- dice cuando comienzo a vestirme.
Suspiro y me doy la vuelta para subirme el pantalón.
-Y yo que sé.
Sacude la cabeza y termina de atar sus cordones.
-Voy a irme y voy a dejar que lo pienses ¿vale?- dice cogiendo su móvil.
-¿Te veo esta noche?
Se ríe y se acerca a mí.
-Pensaba que no querías tenerme por aquí.
-Todavía no he aprendido a dormir sola.
-Yo tampoco- me da un besito y sonrío.
-Vendré esta noche.
-Mejor voy yo- me muerdo el labio- no quiero tener que echar de nuevo a B- aclaro.
Sonríe y asiente.
Le acompaño hasta la puerta y vuelve a besarme, después le beso yo, él me da un pico como respuesta que hace que vuelva a besarle más despacio. Cierro la puerta cuando desaparece por el ascensor y sonrío estúpidamente, me ha gustado, me ha gustado mucho, no debería haberme gustado tanto, no debería. Joder, el sexo con él es fantástico.
Dos horas después aparece Blair con cara de muerta, se tumba en el sofá y hace como que me escucha cuando comienzo a contarle todo.
-Es tan mono durmiendo, B, no debería decirlo pero creo que...- miro a Blair y me fijo en que su respiración se ha relajado- ¡Blair!- le grito pero ella sigue dormida.
Le muevo pero no se inmuta. Juro que la odio por quedarse dormida mientras hablo, la odio muchísimo.
Voy hasta mi habitación y rescato mi portátil.
"Espero que tengas el ordenador a mano porque necesito hablar contigo".
Le dejo a Caspar un mensaje en el móvil y espero impaciente hasta que me contesta.
“Me encuentro haciendo básicamente nada ¿qué necesitas?".
"A ti".
"Me siento increíblemente halagado ¿una noche mala?".
"Todo lo contrario, ese es el problema".
"Ya lo creo que es un problema. En dos minutos te veo, preciosa".
"Gracias Casp".  
Espero a que se conecte en skype y comienzo a hablar sin parar en cuanto abro la conversación. Él me sonríe, asiente con la cabeza y escucha atentamente, o al menos eso me hace creer.
Le dejo después de prometerle un giga helado cuando vuelva a verle y me preparo para quedar con Harry.
Como sola y le hago la comida a la marmota de Blair y me cambio dos veces más de ropa porque preveo que no me dará tiempo a regresar a casa y cambiarme para quedar con Liam. 

Conduzco hasta la casa de Harry todavía medio amueblada y me abre medio desnudo pero sonriente.
-Así que has querido echar a Payne de tu casa esta mañana- es lo primero que me dice cuando entro a su salón.
-No he venido a hablar de eso.
-¿Has venido a hablar de nosotros?- se sienta a mi lado, me hace un gesto y se ríe.
-Exacto- decido seguirle el juego porque con Harry solo puedo hacer eso o enfadarme.
-Hablemos entonces, nena.
Se acomoda en el sofá y me fijo en la única prenda que lleva puesta, demasiado mmm llamativa. Recorta la distancia que hay entre nosotros y sonríe cuando le miro, mierda, ¿por qué me siento sonrojada?
-¿Has quedado conmigo para provocarme y luego irte con Payne o es que quieres quedarte aquí?
Me echo a reír y le pego suave en una mejilla.
-Idiota.
-Lo siento, tu vestido es muy, muy corto y yo soy un tío, Nors.
-Luego he quedado con Liam- aclaro.
-Lo sé, y es realmente una pena.
Pongo los ojos en blanco pero él sigue a lo suyo.
-Aunque pensándolo bien, Liam y tú no sois nada todavía y...
-No le harías eso.
-Quiero demasiado a ese idiota, cierto.
-¿Ahora me vas a contar por qué me has hecho venir hasta aquí?
-Para verte.
-Vamos, Harry, sé que quieres algo.
-Mmm es más pedir un favor.
Me río, realmente lo sabía, parece que no ha cambiado tanto al fin y al cabo.
-Dilo.
-Necesito que Blair y tú me acojáis en vuestra casa unos días- dice sonriendo adorablemente.
Siento muchísimo el retraso, de verdad ay! Espero que os haya gustado el capítulo y ya sabéis comentad y votad :) Gracias por leernos, sois geniales <3