miércoles, 22 de mayo de 2013

Capítulo 9, primera parte.

Me levanto pronto por la mañana. He puesto el despertador demasiado alto así que lo apago a la primera. No me molesto en desayunar, me visto con la ropa que dejé ayer preparada y agarro las llaves del coche. Compruebo que las chicas siguen dormidas y, finalmente, salgo por la puerta. Me dirijo a una cafetería, haciendo tiempo para ir al estudio y desayuno tranquilamente. Me llega un mensaje.
"¿Te has ido?"
"Sí, ¿por?"
"Había oído ruido"
"Vuelve a dormir, es pronto. Os veo por la noche x"
Parece convencerle. Llego al estudio el último, para variar. Intercepto a Lou Teasdale por el camino, hoy nos toca peluquería.
-¿Sigues quedándote con tus amigas?
Asiento con la cabeza.
-Si quieres puedes quedarte con Tom y conmigo, Harry -ofrece-. Sabes que no nos importa.
Miro su barriga de embarazada de pocos meses.
-No, estás embarazada y eso es algo de vosotros dos.
Me sonríe sin presionarme más y entramos al ático donde están los chicos con Helena. La rubia mira su reloj.
-Media hora tarde -concluye.
-Perdón.
-Hoy pagas la comida, Styles -me dice Louis.
Me encojo de hombros. Todas las miradas menos la suya están puestas en mí. E intuyo por qué. Pero no saco el tema. Sé que lo harán ellos. Me tumbo en el sofá.
-No te relajes tanto -me riñe nuestra profesora de canto-, estoy muy enfadada contigo. Te has perdido el calentamiento vocal.
Salgo al pasillo para hacer los ejercicios que siempre nos manda sin molestar a los demás y Liam me sigue.
-¿Qué tal con las chicas?
Sin rodeos, vaya. Alzo los hombros sin saber bien qué decir.
-Hoy me ha tocado dormir con Nora -miento.
Sus hombros se tensan al instante.
-Más grave -corrige, refiriéndose a la voz.
Se queda en silencio un segundo y luego vuelve al ataque.
-¿No estaba Alai?
Niego con la cabeza y bebo agua.
-Con sus padres -susurro.
-Ya.
Silencio. Sonrío en mi interior. Está muy celoso. Acabo los ejercicios y noto que la voz se me rompe al final.
-Tranquilo, Nora duerme en ropa interior pero no es como si no la hubiera visto ya desnuda, ¿sabes? Tenemos mucha confianza.
Estoy a punto de abrir la puerta para volver a entrar cuando agarra mi camiseta y estampa mi cuerpo contra la pared.
-Somos muy amigos Harry, lo sabes, te quiero, pero no dudaré en pegarte una paliza si te acercas a ella. También lo sabes.
Asiento lentamente y no puedo evitar sonreír. Si Zayn es la mitad de celoso que Liam van a ser unos días muy entretenidos.


P.D. Muchísimas gracias por vuestros comentarios<3 seguid dejando todos los que queráis, y no tengáis vergüenza! Nos encantan:) disfrutad!

lunes, 13 de mayo de 2013

Capítulo 8 (Blair)

Siete, ésta es. Llamo a la puerta y al rato tengo que sacar el móvil. Al final Sam abre la puerta sin cogerme el teléfono y me cuelo en su casa. Nos abrazamos y aspiro su olor familiar, que me hace sentirme mejor al instante.
-¿No está Louis? -pregunto
Niega con la cabeza.
-Se ha ido a ver a su familia, pero volverá mañana.
Me acompaña hasta la habitación que es prácticamente mía y se acomoda en el marco de la puerta mientras me pongo el pijama. Si no fuera él, le habría echado.
-¿Qué tal con Zoe? -pregunto por fin.
Observa su vaso de agua un segundo y luego se encoge de hombros
-Bien, últimamente está más contenta que nunca. Creo que porque ya no tiene que verte siempre en mi casa -bromea.
-Pero si Zoe y yo nos llevamos bien.
-Cree que estás liada con Louis.
-Oh. Bueno, podría creer que tú y yo estamos liados, eso sería peor.
-Ajá
Bajamos otra vez al salón y nos tumbamos en el sofá. Le pongo los pies encima pero no se queja.
-¿Y vuestro reencuentro con los famosos qué tal?
Suelto un bufido.
-¿Por dónde quieres que empiece?
-¡Cotilleos! -aplaude sonriente y me recuerda a un niño pequeño.
-Jugamos a la botella. Ah, y estaba tu amigo Maz y su amigo Andy.
-Debería quedar algún día con Maz, le echo de menos.
-Fue muy simpático, se acordaba de mí y estuvimos bailando juntos.
Me mira y cometo el error de acordarme de que nos besamos y me sonrojo.
-¿Te liaste con él?
Asiento con la cabeza y se echa a reír.
-¿Y con quién más?
-¿Yo o Maz?
-Los dos.
-Maz no lo sé, la verdad. Yo con él, con Harry y...
-No distingo a Harry de los demás -admite-, sólo a tu ex.
-Y con Zayn -termino.
Su cara se mantiene normal.
-Ése es el que me gustaba.
Empieza a abrir la boca de sorpresa. Evito utilizar lo de ex porque no le considero nada mío. Su cara pasa de sorpresa a confusión. Cierra la boca lentamente y asiente. Me tapo la cara con las manos e intento no acordarme, pero es imposible. Suspiro y empiezo a lloriquear.
-Iba tan guapo, joder.
Respiro un par de veces profundamente y me recompongo. Pienso en sus labios sobre los míos, en su lengua en mi boca y en su mano acariciando mi cintura con lentitud. Cuando abro los ojos Sam me mira, seguramente preocupado por mi salud mental.
-Lo siento.
Niega con la cabeza.
-No pasa nada, ¿estás bien?
-Fue muy raro, no debería haberlo hecho.
-Estas cosas pasan, no pienses en ello.
-Es qu...
-No.
Miro la televisión durante un rato hasta que tengo que cambiar de posición y apoyo todo mi cuerpo en el suyo, mi cara en su hombro. Huele muy bien.
-Creo... Que quiere volver contigo.
El corazón me da un vuelco. Escondo disimuladamente la nariz contra su camiseta, su olor, y me intento tranquilizar.
-Tiene una novia más mayor, más famosa, más alta, más guapa y bastante más delgada que yo.
-Lo primero, no me lo creo. Lo segundo, ¿y qué? Se intentó liar contigo en la discoteca y os acabasteis besando ayer. Yo no veo que piense demasiado en su novia.
-Estábamos jugando a la botella, realmente eso no cuenta.
-Parece que para ti sí lo hace.
Le miro, va en serio, está hablando en serio.
-¿Qué sientes por él?
-¿Podemos dejarlo? -interrumpo.
Asiente y volvemos a fijarnos en la televisión.
Por la noche, como siempre que me quedo aquí a dormir, juntamos los dos colchones y dormimos en la misma habitación. Hablamos de todo: de Zoe, de Marcus y Alfie, de Hope, de Nora y Liam, de las amigas de Zoe y de Zayn. Sobre todo de Zayn. Una vez que empiezo no puedo parar, le cuento todo lo que me va apareciendo en la mente sobre Italia y miles de cosas de estos últimos días.
A pesar de que Sam no parece escucharme me siento mucho mejor al contárselo aunque peor si me paro a pensar en la situación actual.
-Sam.
-¿Mm?
-¿Crees que sería buena idea que me acostara con él por última vez?
-Ni hablar. Te pondré un candado en las bragas si hace falta.
-¿No será que quieres entrar en mis bragas?
-Puedo hacerlo en cualquier momento, nena.
Me echo a reír y me abrazo a él, que me besa el pelo.
-En un mundo perfecto tú serías gay y tu novia no me odiaría.
-En un mundo perfecto viviríamos en Los Ángeles y tú tendrías las tetas más grandes.
Le pego con toda mi fuerza y me tumbo del lado contrario para darle la espalda.
-Buenas noches, imbécil.
Se ríe.

Al día siguiente me marcho después de cenar, ya que Louis insistió en que me quedara y le contara todos mis cotilleos.
Giro dos veces la cerradura de casa y localizo al instante la nota que Nora me ha dejado.
"Estoy en casa de Liam, no me esperes hasta mañana. Lovelovelove youuuuu".
Alguien tuvo buen sexo ayer, ¿eh? Me tumbo por fin en mi sofá, cómo lo había echado de menos, y pongo la tele. No le presto realmente ninguna atención. Pienso en lo feliz que tiene que estar Nora y en el miedo que me da que Liam pueda hacerle daño otra vez. No. No lo pienses, es mayorcita y bastante más madura que tú, Blair, sabe cuidarse y sabe cómo son las cosas con Liam. Seguramente lo sepa mejor que tú.
Pienso en Zayn. No puedo quitarme su cara de mi cabeza. Es imposible, iba guapísimo y, joder, ¿por qué nos besamos? Debería haberme negado. Idiota. Soy idiota. Y una vez más, él estará follándose a su novia y yo pensando en él.
"No estoy bien, me ha arruinado el verano. Le odio."
"¿Quieres que me acerque a su casa y le pegue una paliza?"
No, realmente no.
"Blair?"
"Da igual, estoy por encima de él."
"Exacto, marcha a dormir."
Hago caso a mi mejor amigo y me muevo lentamente hasta mi cama. Nora va a matarme si se entera de que me como la cabeza por culpa de Zayn. Oh, dios, Alai no va a dejar de reírse de mí en años si se entera de esto.
A la mañana siguiente me despierto increíblemente temprano. Tanto que no me puedo creer que sea de día. Me hago el desayuno en silencio, Nors tardará mucho todavía en venir así que aprovecharé para hacer cosas.
O no hacer nada. Paso media mañana entre hacer mi cama y recoger todo lo que no he recogido en estos días de mi habitación. Me dejo caer por fin en el sofá cuando oigo las llaves en la puerta. Me giro y veo a Nora entrar con bultos. Me entra el pánico dos segundos, ¿Liam?
-Holaaaaaaaa.
Cómo se nota que ha habido sexo. Saludo y estiro más la cabeza hacia la puerta. Los rizos de Harry.
-Hola Blair.
-Mmm, hola.
Miro a Nora, que deja las maletas de Harry en el suelo, buscando una explicación.
-Déjalo aquí de momento todo, luego te busco un sitio y te preparo el sofá -me mira a mí-, ¿has hecho la comida?
-Pensaba llamar a que nos trajeran algo.
-Invito yo.
-Ni hablar, eres el invitado.
-Por eso.
-No.
-Nora, no hay discusión.
Decido que ya que no sé por qué Harry planea quedarse en mi casa, lo menos que puede hacer es pagar una comida. ¿Es rico, no? Mira a todo con detenimiento y yo aprovecho para acercarme al oído de Nora.
-¿Harry se va a quedar a dormir aquí?
-Sí, no puede quedarse en su casa y nosotras vivimos cerca de su estudio de grabación.
-Oh. Muchas gracias por avisarme.
-Venga, no pasa nada -me sonríe-, sólo es Harry. Es un amigo, sólo van a ser unos días.
Eso espero. No debería ser tan mala con Harry, realmente es un amor de chico pero no entiendo cómo Nora puede estar con él tal y como estaba hace un año, como si fueran amigos de toda la vida. Como si no hubiera pasado nada.

Harry nos dirige en el coche de Nora a un restaurante al que ha venido alguna vez con su familia que parece bastante bueno. Y caro. Nos acercamos una mesa escondida y Harry separa la silla de Nora para hacer de caballero y, luego se sienta a mi lado.
-Pedid lo que queráis -dice con esa voz lenta y ronca suya-, paga Simon Cowell.
Nos echamos a reír y me relajo. Pedimos un montón de comida que no nos vamos a comer, pero Harry no protesta ni pone una mala cara ni una sola vez. Y lo paga todo.
-Chicos -empiezo cuando pedimos los postres-, podéis ser sinceros, ¿me habéis traído en una cita?
Ambos se ríen y Harry me dedica su sonrisa más común, que me hace sentirme extrañamente incómoda.
-No, no creo que Harry pudiera con las dos.
Le miramos. Tiene las manos entrelazadas, los codos apoyados en la mesa y la barbilla en las manos.
-Podría con las dos perfectamente.
Volvemos a reírnos.
-¿Qué años tienes, Harry?
Sonríe con cara de incomodidad y se echa para atrás para peinarse el flequillo.
-Diecisiete.
Suspiro y miro a Nora. Levanto los brazos en el aire, en signo de rendición.
-Iría a la cárcel si me acerco a ti, ya he pasado por esa etapa. Sólo voy a fijarme en tíos mayores y muy ricos.
-A Zayn no le importaría -dice tranquilamente-. Además yo soy rico. Muy rico, si lo miras bien.
Mantén la cara quieta. No expreses nada. Está bien. Sonrío, y asiento.
-Eres muy rico, sí, pero seguiría siendo pederastia.
-No si yo también quiero...
Los ojos verdes de Harry se clavan en los míos pero Nora nos interrumpe. Lo agradezco mentalmente. No tengo fuerzas ya para nada. De repente, todo es más incómodo y ya no tengo ganas de seguir flirteando con Harry. Sólo quiero irme a casa, a mi cama, y soportar como pueda todos los días que Harry se piense quedar con nosotras. Coloca su pulcra tarjeta de crédito en la bandeja y apunta el tanto por ciento de propina que piensa dejar. Exageradamente alto, en mi opinión.
Volvemos a casa y me voy directamente a mi habitación.
-¿He dicho algo malo?
-No, Harry, tranquilo. Se le pasará.
Me tumbo en la cama. Miro al techo. Intento no pensar. Pienso. Intento respirar hondo. " A Zayn no le importaría". ¿Por qué a mí sí que me importa tanto? Debería darme igual, ha pasado un año. No es como si habláramos de William. Pienso en que todo sería mucho más fácil si siguiera saliendo con William. Podría ir a su casa ahora mismo y huir de Harry, no habría besado a Zayn, y desde luego no estaría comiéndome la cabeza una y otra vez. Cojo el móvil y mensajeo a Nora.
"Dime que no es buena idea llamar a Will"
"Si llamas a ese gilipollas, sales de esta casa"
"Me has convencido"
Pero yo quiero volver con él. Quiero que me abrace y olvidar a Zayn y despejar la cabeza. Echo de menos que alguien piense en mí de verdad. Debería llamarle. Pero si no quiere volver conmigo es posible que me hunda más aún. Abro facebook y entro en su perfil. ¿Cuánto ha pasado? Es verano, no sé en qué día vivo. Comentarios en su muro de chicas. Un montón de chicas. Perfecto, simplemente perfecto. Le mando un mensaje idiota para preguntarle cómo está y en cuanto lo hago me arrepiento. Tiro el móvil lejos de mí y para cuando me quiero dar cuenta es la hora de la cena.
Preparamos algo fácil, ensalada, y vemos la televisión en silencio. Me siento mejor en cuanto empiezo a hablar con Harry y Nora, aunque Harry me recuerda enormemente a Zayn. No puedo ser yo misma cuando está cerca, ¿y si le dice algo? ¿Y si le cuenta que voy en bragas por mi casa y que he engordado desde el verano pasado? En eso estoy pensando cuando la mano de Harry encuentra mi rodilla.
-¿Trabajas mañana?
Asiento mientras me pregunto cuándo un niño de 17 años ha aprendido a ser tan sexy.
-¿Puedes llevarme por la mañana?
-¿A dónde?
Me da la dirección, dos calles más abajo de mi cafetería.
-Sí, me pilla de camino, no hay problema.
Me sonríe, tiene los dientes muy blancos. Me hace sonrojarme y Nora se ríe de mí desde el otro sofá.

Conduzco intentando que Harry con el pelo revuelto y las malditas gafas de sol no me distraigan y hagan que me la pegue con mi pequeño coupé. Cierra la puerta con cuidado y luego se agacha sobre la ventanilla, me sonríe.
-Gracias por traerme, Blair, espero no haber molestado.
Estoy llegando tarde pero eres muy guapo.
-Para nada, me encanta hacer de niñera.
Sonríe de medio lado y veo a Niall por el espejo retrovisor. Mi corazón late con fuerza.
-Sí, seguro que sí.
-Tengo que irme, no hables con desconocidos y no llegues tarde esta noche.
-Claro, gracias otra vez.
-Yep.
Giro el volante y salgo pitando de ahí.

Tengo una sensación extraña durante todo el día. No puedo evitar pensar en que Harry les dirá sin duda a los chicos dónde se está quedando y quién le ha llevado al estudio. Y eso incluye a Zayn. Y el hecho de que Zayn oiga mi nombre y, yo qué sé. No puedo dejar de pensarlo. Me voy a volver loca. Hago todo mecánicamente, me espera el día entero aquí, sin evitar pensar en mil cosas a la vez.
En la hora de la comida no se me ocurre otra cosa que mirar desesperadamente si Will me ha contestado. Y lo ha hecho. Miro su nombre con los nervios a flor de piel, pero termino por abrirlo. Me tiemblan los dedos. Dice que está bien, que le alegra oír de mí y pregunta qué tal estoy. Contesto de forma idiota otra vez y vuelvo al trabajo.

Me paso dos días más llevando a Harry al estudio. Nos llevamos bien. Sabe escuchar, aunque me da la sensación de que me usa de espía de Nora para Liam. Y a veces estoy paranoica por si algo de lo que digo puede llegar a Zayn. Pero sí, me cae bien. Nora nos recoge y siempre salimos a cenar. Harry nos invita y nos hace la compra de la semana. Y paga siempre. Cada vez veo más ventajas a que se quede con nosotras en casa hasta el miércoles, que nos invita a cenar con él y los chicos en el apartamento de Niall. Y no puedo negarme porque es Harry y no podría soportar que me pusiera mala cara por negarme a su idea. Así que voy, vamos todos. Apenas he podido hablar con Nora estos días, pero está más que claro que se prepara como una diosa del sexo porque va a estar Liam. Y no puedo negar que me intento esmerar porque Zayn va a estar ahí.

-¿Cuál es?
-El último, arriba del todo.
Subimos en el ascensor lentamente.
-¿Debería decirle a Liam de quedar?
Harry sonríe.
-No, porque seguramente lo haga él en cuanto aparezcas por la puerta.
Sonrío, Nora se pone roja y pega a Harry en el hombro. Ni se inmuta. Llegamos a la puerta y para mi sorpresa, Harry se saca unas llaves del bolsillo y abre la puerta.
  Me peino un poco antes de llegar al salón e intento calmarme pero cuando les vemos, riéndose a carcajadas y bebiendo cerveza, están todos ellos menos Zayn. Saludo con una gran sonrisa e intento ocultar mi decepción mirando el reencuentro de Nora y Liam. Niall y yo nos quedamos mirándolos cuando se acercan y no saben si darse un pico, abrazarse o qué. Todos los demás nos reímos a carcajadas de ellos y, finalmente, se besan incómodamente en la mejilla y se abrazan.
-Ya era hora -se queja Louis por fin-, llevamos media hora muriéndonos de hambre.
Harry se sienta a su lado y le acaricia el pelo.
-Vengo con dos chicas, he tenido que esperar mucho, no es mi culpa.
-Eh, eres tú el que no salía del baño.
Me siento al lado de Harry y observo a Nora sentarse al lado de Liam y empezar a charlar sin parar. Pedimos pizza y me empiezan a rugir las tripas.
-¿Dónde está Z? -pregunta Harry.
-Con Rebecca, supongo.
-Sí, no nos ha dicho nada pero el tatuaje ya estaba casi curado así que ya puede sudar.
Tatuaje. No. No acaban de decir eso. ¿Zayn se ha tatuado? ¿En serio?
-¿Se ha hecho un tatuaje? -pregunta Nora, mirándome a mí.
Liam asiente a su lado. Está bien, Zayn tiene un tatuaje y a mí los tatuajes me ponen mucho, pero no pasa nada. No está aquí, está tirándose a su novia, todo está bien.
Consigo no pensar en Zayn demasiado durante el resto de la noche. Me peleo con Louis por un trozo de pizza y eso es lo máximo que participo en la conversación. Sonrío y asiento. Eso es todo. Zayn y tatuaje se repiten en mi cabeza. Estoy fatal, me odio por no poder dejar de pensar en él. Es un asco. Los tíos son un asco.

Para cuando decidimos irnos a casa, me he metido en la conversación y estoy tremendamente orgullosa de mí misma por haberlo hecho y haber conseguido olvidarme de Zayn. Nos estamos despidiendo, cuando veo a Liam meterse en el ascensor con Nora.
-¿Duermes fuera?
-No. Liam duerme en casa.
Harry y yo le miramos a la vez y H asoma una sonrisa de entendimiento.
-¿Os importa?
Harry niega con la cabeza.
-No hay problema, tío.
Me pone las manos en la cadera y me guía al ascensor con los tortolitos. Su boca se acerca a mi oído.
-No se fía de mí -me susurra-, por eso viene -suelta una risa y se me pone la carne de gallina-. Cree que Nora va a romper lo que sea que tenga con él por mí.
-Hombre, yo si fuera él también estaría celoso -susurro de vuelta.
Se ríe y me guiña el ojo. Diecisiete años, Blair. Está fuera de tu rango. Nada de chicos más pequeños.
Nora conduce, Liam se sienta a su lado y Harry y yo nos quedamos en el asiento de atrás. Nos sentamos juntos y me recuesto en su hombro. Bostezo.
-¿Crees que vamos a tener que dormir con tapones?
-Estoy segura, Nora es muy ruidosa ya de normal. No quiero ni pensarlo.
Suelta un ruidito de aprobación. Miro las luces de Londres pasar por la ventana y vuelvo a pensar en Zayn.
-Blair.
-¿Mm?
-Siento lo que sea que dije el domingo que te molestara.
Hago un gran esfuerzo por hacer memoria y luego caigo. "A Zayn no le importaría". Río suavemente.
-No hay problema, babe -digo imitando su tono.
El coche atraviesa la ciudad en silencio, salvo por las ocasionales risas de Liam y Nora.
Llegamos a casa y mientras que Harry yo nos tumbamos en el sofá, ellos dos se meten en la habitación.
-Creo que su habitación está insonorizada.
-Eso espero.
Pasamos el rato en silencio mientras bebo de mi taza e intento no morirme de calor.
-¿Puedo preguntarte dos cosas, Blair?
Me evita la mirada.
-Claro, dispara.
-¿Cómo está Alai?
La pregunta me pilla absolutamente desprevenida. Intento concentrarme.
-Está... Bien, supongo. No creo que bien sea la palabra. Está como siempre, realmente. Te echaba mucho de menos, ¿sabes?
Asiente despacio.
-Increíblemente... Yo a ella también.
Le dejo su espacio para pensar y luego ataco.
-¿La segunda pregunta?
Por favor que no sea Zayn, por favor que no sea Zayn.
-¿Vas a ser sincera?
-No me gusta mentir.
-¿Qué hay de Zayn?
Suspiro. Segundo boybander que me pregunta eso. Y yo qué sé qué hay de Zayn. No lo sé ni yo.
-Tiene novia.
-Eso no responde a mi pregunta.
-Es... Raro.
-Define raro.
-¿Podemos dejarlo?
-Te echó mucho de menos, Blair. Tienes que saber eso.
Niego con la cabeza y me centro en las formas de la leche en mi té. Tener conversaciones profundas de madrugada nunca ha traído nada bueno. Noto mis ojos llenarse de lágrimas, ¿qué? ¿En serio?
-Estaba enamorada de él -admito por primera vez en voz alta.
Nunca me lo había admitido a mí misma, y suena extrañamente... Grande.
-Pero estas cosas pasan, ¿no? La gente va y viene, cambia. El verano pasado podía mirarle y saber lo que le pasaba o qué pensaba. Ahora le miro y es una persona distinta y yo no formo parte de su vida y tiene novia y yo estoy sola... Y es duro, claro. Le quería mucho.
-"En el amor se es más feliz en la ignorancia que en el saber".
Me río.
-¿Pink Floyd?
Sonríe y niega con la cabeza.
-Shakespeare.
Intento no lanzarme a su cuello cuando cita al autor inglés por excelencia. ¿Cómo sabe Harry eso? Me acurruco más a su lado y pienso en Zayn y en nuestro tiempo juntos el año pasado.

El viernes, desgraciadamente, Nora se muere por ver a Liam. Tanto que ella misma queda con los chicos y me dice que tengo que ir sí o sí.
-¿No va a venir, verdad? -reflexiono sobre Harry cuando Nora me está llevando al apartamento de Liam.
Nos ha dicho que intentará pasarse más tarde, pero ya tenía planes. Mi amiga niega con la cabeza. Aliso mi falda de forma nerviosa y compruebo que se me transparenta el sujetador que llevo.
-Estás bien -repite por quinta vez.
Ni siquiera quita la mirada de la carretera.
-'Estar bien' no es suficiente.
-Se va a mear encima cuando te vea. Deja de preocuparte.
-Sí...
Me recoloco el sujetador, eso está mucho mejor. Pero nunca es suficiente. Me conformo. Sigo a Nora por la urbanización que parece saberse de memoria hasta el apartamento de Liam.
Entramos y juro que puedo oler el aftershave de Zayn desde la puerta. Dejo a Nora y a Liam en su momento incómodo y entro en la sala. Allí hay otras dos chicas, una que se presenta como Georgia y otra más, que mira interesadamente a Zayn. Sonrío y me siento en uno de los sofás. Finjo estar interesada en la conversación y sobreactúo más que mucho cuando noto la mirada de Zayn clavada en mí. No puedo dejar de mirarle de reojo, viene guapísimo. Cómo alguien puede ser tan guapo. Lleva el pelo sin peinar, cayéndole sobre la frente y le queda genial, viene sin afeitar y encima está fumando. Juro que no he visto nunca a nadie fumar como lo hace él. Y encima ahora sé que en alguna parte del cuerpo lleva un tatuaje y ese pensamiento me pone enferma. Escaneo sus brazos pero no veo nada de tinta. Nuestra mirada se cruza en un momento dado y mi corazón empieza a desbocarse. Retiro la mirada rápidamente y me pongo roja, lo que provoca que Niall y Louis se miren entre ellos como si estuviera loca. Entonces me fijo en que está más que pendiente de la segunda chica. No quita la mirada de sus tetas, y eso me pone enferma.
Nora y Liam vuelven justo a tiempo, y noto al segundo la cara de fastidio de Nora, pero sé que le manda un mensaje a Caspar, puedo imaginarlo al menos, y de ahí su humor va a mejor.
Comemos y bebemos cerveza como si realmente no tuviéramos nada más que hacer. Una media hora y puedo deducir que estoy tan jodidamente incómoda y que quiero irme a casa porque estoy celosa. Celosa. De esa zorra de vestido ajustado. Zorra.
Bebo. Tengo la sensación de que desde que volvimos a verles no he hecho otra cosa que beber. Y estoy casi segura de que tiene mucho que ver con Zayn. Está sentado hablando con la zorra esa. Vestido ajustado y escote. Todas son iguales. Me encantaría que su novia viera la escenita que está montando intentando ligar con otra. Se lo merece. Se merece que su novia lo sepa. No me cae bien ella, no la conozco, pero sé cómo se siente. Es más, si yo fuera su nov... Si yo fuera su novia. Su novia. Ugh. Le odio, le odio, le odio. Suena muy bien. Me compadezco de su novia, que no tiene ni idea. Me levanto sintiéndome idiota y deseando huir. Más tarde me entero de que su nombre es Stephanie y no La Zorra, como yo me he dedicado a llamarla toda la noche. Realmente me da igual. Todo lo que no incluya beber me da igual. Ni siquiera intento camuflar mi mal humor.
-¿Qué te pasa? -me pregunta Niall cuando estoy a punto de mandar un mensaje a Sam.
-No mucho. ¿Tenéis alcohol que no sea cerveza?
Asiente y le imito.
-Perfecto.

Ya de madrugada, mucho después de que Nora y Liam se hayan encerrado en una habitación, decido recoger mi bolso y salir de ese apartamento. Me disculpo con los chicos y despido de ellos. Soy consciente de lo borracha que estoy ya y sé que es o irme, o liar una buena. Con suerte no me acordaré mañana de la cara de Zayn mirándole las tetas a la guarra.
Camino a la puerta pero una mano agarra mi brazo mientras abro la puerta.
-¿A dónde vas?
-A mi casa.
-¿Por qué?
-Eres un imbécil.
-¿Por qué siempre que te veo acabas insultándome?
-No seas un imbécil.
-No lo soy. Creía que estábamos bien.
Imbécil. Por segunda vez consecutiva, me doy media vuelta e intento largarme. Pero me agarra el brazo, otra vez, y me hace mirarle otra vez.
-Ahora te explicas -dice sombríamente.
-Oh, muy bien. Eres un imbécil por ponerle los cuernos a tu novia.
Vuelvo a intentar escabullirme y mi intento de diva vuelve a quedarse en nada. Empiezo a acojonarme. Ha dejado de ser gracioso y ahora el ambiente me pone los pelos de punta. Y realmente no quiero saber nada de su relación.
-No estoy poniéndole los cuernos a mi novia, ¡a mí me importa mi novia! Y, de todas maneras, eso no es nada que te incumba.
Asiento lentamente y, esta vez, es él el que se da la vuelta y se va, dejándome sola. Intento inútilmente ponerme en orden. Sin embargo, cuando salgo y le vuelvo a ver tan normal y hablando con la chica del vestido como si nada hubiera pasado, me doy cuenta de que yo no pinto nada aquí. Así que, tomando la primera decisión inteligente en días, recojo mi bolso y salgo por la puerta.

-¡ARRIBA!
Gruño y me tapo más con la sábana. La cabeza me retumba y sólo quiero vomitar. Pero Nora no parece por la labor de dejarme en paz. Me quita las sábanas de encima a pesar de que la agarro con todas mis fuerzas.
-Lárgate.
-Y-una-mierda. ¿Tienes la menor idea de la que liaste anoche? ¡No quiero ni pensar cómo has sido capaz de llegar hasta aquí!
-¿Andando?
Me gruñe ella a mí y escondo la cabeza bajo la almohada. Sigue gritándome mientras yo lucho por dormirme. Misión imposible. Opto por levantarme y encerrarme en el baño. Quiero zumo.
Cuando vuelvo a salir, Nora parece infinitamente más calmada. Y doy gracias, porque no estoy humor para discutir. No hay zumo. Supongo que me lo merezco, realmente. Por querer hacer de diva. Por tonta. Nora habla por teléfono quedamente con Liam. Por lo poco que entiendo no fui la única que ayer bebió demasiado. Pero la otra persona todavía no se ha despertado, creo. No estoy segura de quién hablan y aunque Harry cumple todos esos requisitos, apostaría un brazo a que no hablan de él.
Milagrosamente, se despierta cuando he terminado de desayunar así que le hago compañía mientras lo hace él.
-La vi -me susurra.
Habla de Alai. Hemos hablado mucho de ella estos días, mi teoría es que sigue colado por ella pero él siempre me responde con evasivas. Supongo que yo hago igual. Le acaricio el hombro en un intento de consuelo.
-Discutí con él.
Silencio y entendimiento mutuo. Precioso. Abre su móvil y tiene un montón de mensajes de números  que, obviamente, no conozco.
"Edstaas vivbindo con unaf zorra"
Apaga el móvil rápidamente pero yo ya lo he visto. De Zayn Malik, iPhone.
-Lo siento, no deberías haber visto eso.
Sonrío falsamente.
-No. Está bien.
Me deslizo de la silla al suelo y huyo a mi habitación.
¿En qué universo se supone que está bien que Zayn Malik me considere una zorra? Y más importante, ¿por qué?

Unos golpes en mi puerta. Digo que no tengo hambre pero Harry entra igual. Y sin comida.
-Traigo noticias.
-No quiero saberlo, Harry, en serio.
Aunque mi presión sanguínea acabe de aumentar considerablemente. Me sonríe y sé que me voy a arrepentir.
-Muy bien.
Sale cerrando la puerta y yo no le vuelvo a llamar.