lunes, 27 de agosto de 2012

Capítulo 21 (Blair)


Esa mañana me despierto con ganas de hacer tarta, de chocolate y frambuesas. Me encanta cómo suena 'frambuesas' suena a rico, a dulce. Así que busco en internet y doy con una receta fácil y la copio antes de desayunar, me bebo medio vaso de café, cojo las llaves y salgo hacia el supermercado. El día está nublado y fresco, como en mi querido Londres.
Miro la lista, me queda la leche y las frambuesas, que son totalmente imprescindibles. Camino con la cesta en la mano, buscando leche sin nata y me choco con un par de figuras.
-Scusa!
-No pasa nada -dice una de las figuras.
-¡Carlotta!
Le doy un par de besos y otros dos a Sergio. Y noto lo cómodo que está él y lo incómoda que está ella.

-¿Cómo os va todo? -pregunto, deseando terminar con la conversación.
-Bien, eh... voy a ir cogiendo... ya sabes.
Carlotta se aleja y me doy cuenta de que se sigue acordando de Niall, mala suerte, guapa. Sergio sigue mirándome

-A mí me va todo muy bien, Blair. ¿Te apetece quedar algún día? Oh se me olvidaba, es posible que... ¿Zayn? se ponga celoso. No queremos eso, ¿verdad que no? -se ríe, encantado de ponerme en una situación incómoda.
Mencionar el nombre de Zayn no es buena idea, pero decido no aclararle que Zayn no tendría de qué ponerse celoso. Es decir, Sergio no puede llegar a su altura ni de lejos... Caigo en que Zayn y yo ya no nos hablamos. En que a él no le importó besarse con otra.

-Claro, Sergio, ¿por qué no? Zayn tendrá que aguantarse.
Me sigue el juego e intercambiamos teléfonos, luego se despide de mí con una sonrisa siniestra y camina hacia Carlotta.
-Io non credo che sia una buona idea -le dice, pero él la ignora.

Cojo un paquete de frambuesas enorme y me las voy comiendo por el camino, decidiéndome entre llamar a Sergio y quedar con él o no. No es taaaaaaaan mala idea, ¿no? Sergio no era como Marco, que trató fatal a Alai.
Pongo a calentar el horno y no sé qué qué hacer. Es ya la 1 y media del mediodía y en casa no parece haber nadie, hago un repaso mental. Nora y Liam han dormido en la casa de él y Harry y Alai deberían estar arriba. Bueno, ya se despertarán; y yo tendré tarta para todos.
Dos de la tarde, la tarta ya está enfriándose en la nevera.
Tres de la tarde, he comido pizza y sigo pareciendo el único ser humano sobre la faz de la tierra. No quiero estar más tiempo sola, no me gusta. Podría haber pasado cualquier cosa. Voy hasta el teléfono, pero no marco, me mantengo con el auricular en la oreja, valorando las opciones. Podría llamar y me podría contestar Zayn; podría llamar y que me pasaran a Zayn a traición; podría llamar y que todos sigan durmiendo; podría llamar y que Nora ya esté viniendo hacia aquí. Si no llamo, no sé dónde está Nora, no sé qué tal le fue a Niall con Niki. Pero no quiero llamar... Me decido a subir las escaleras y ver si Alai y Haz están despiertos o no. Mi móvil suena cuando estoy a mitad. Maldigo, chillo y corro hasta cogerlo. Descuelgo preguntándome cómo es que todavía no he cambiado mi tono de llamada: Lollipop, de Lil Wayne.
-¿Sí?
-¿Blair?
-¿Quién es?
Miro la pantalla a la vez que dice: "Sergio".
-Ah, Sergio.
-¿Esperabas alguna otra llamada?
-No -miento, siempre quedaba la esperanza de que fuera Malik o, como mínimo, Nora- ¿qué tal?
-Bien, bien. ¿Damos una vuelta esta tarde?
-Eh -respira, respira. Es la mejor opción y lo sabes, aunque te dé asco la idea. Gran suspiro -, sí, claro. ¿Dónde quedamos?
No me puedo creer que lo haya hecho de verdad. Estoy tremendamente avergonzada. He quedado con Sergio, con Sergio, es decir, ¿cómo se me ha ocurrido? Pero lo peor es que sé la respuesta: estoy desesperada. Me acuerdo de la ropa que llevaba Sergio la última vez que le vi y decido no preocuparme, coger lo primero que caiga del abarrotado armario.
Estoy llegando y contando los pasos que voy dando en mi mente para evitar salir corriendo en dirección a mi cómoda cama, esconderme bajo las sábanas y pretender que nunca he quedado con él. Suena mi móvil, ¡salvación!
-¿Blair? ¿Estás en casa?
-¡Nora! ¿Qué tal estás? ¡Estaba MUY preocupada por ti!
-Blair, ¿estás en casa? -me preocupo por ella y ella a su tema, gran suspiro.
-No, no estoy en casa. ¿Se puede saber qué pasa?
-Mierda, mierda, mierda. Harry y Alai discutieron ayer otra vez y él no sabe dónde está. ¿Puedes pasarte a casa y confirmar que está allí?
-¿Cómo? Nora, por dios, va a estar ahí, ¿adónde podría haber ido? Deja de preocuparte.
-Por favor, Blair, por favor, ve a casa y comprueba que está allí. Por favor. Estoy con Liam, en su casa.
Noto cómo evita decir que Zayn también está ahí. Me hierve la sangre. Que ella tenga novio y yo no no quiere decir que tenga todo el día libre para hacerle recados. Alai estará bien y si no se fía, que lo compruebe ella. Y así se lo digo.
-Y que te lo pases bien con tu Lili-pú. Ah, y dile a Zayn de mi parte que es idiota.
Cuelgo con tanta rabia que casi destrozo el teléfono. Segundos después sonrío y saludo a Sergio.
Esto va de mal en peor. No veo más que defectos en Sergio. Tiene la nariz muy larga, los ojos muy juntos, el pelo demasiado claro. Todo lo que no es igual a Zayn me molesta. Me pregunto si tendré que vivir con este dolor toda la vida.
-¿Vamos a la playa? Unos amigos míos han hecho una fiesta y...
-¿Fiesta? -me pregunto si habrá alcohol..
-Sí, si quieres...
-Claro, maravilloso, vayamos -¡¡¡Síiiiiiii!!!
Dos vasos de ginebra, cuatro de vodka, tres chupitos de tequila, otros dos vasos de ron y dos pastillas para el dolor de cabeza es exactamente todo lo que me meto en el cuerpo esa noche. Cuando me llevan a casa, ni siquiera sé por dónde me da el aire. Sergio me mantiene agarrada en la puerta mientras abre con mis propias llaves. Ay, qué dulce es no enterarse de nada. Subo las escaleras a cuatro patas cuando le cierro la puerta en las narices a Sergio, antes de que intentara entrar. Dios, el suelo se mueve, las paredes se mueven, las piernas se mueven y no las muevo yo. Me río, debo parecer una cucaracha, me pregunto qué ruido hacen las cucarachas. Algo como: iihh, iiih. Asqueroso y en plan chillido, claramente. Hago como que tengo antenas en la cabeza con las manos y me arrastro hasta mi cuarto. Todo esto es culpa de Blair. No, espera, de Blair no. De Zayn, eso es, todo es culpa de Zayn. Ese capullo engreído, mujeriego, mentiroso, guapísimo, idiota, borracho, perfecto. Algo falla. Me vuelvo a reír cuando me meto en la cama. Voy a vomitar, el techo y la lámpara no dejan de dar vueltas, no paran de moverse. Técnica del ancla, rápido. Los ojos se me cierran pero consigo sacar el pie y apoyarlo en el suelo, al instante el techo deja de moverse. O al menos se mueve menos. Cómo echo de menos a Niall, y a Nors. Sobretodo a Niall, porque ahora no va a estar conmigo casi nada, por Niki. Niki. Hasta su nombre suena estúpido. Agh, odio esta sensación, ¿por qué Niki? ¿por qué no se queda conmigo? Le necesito más que nunca. Pero no, va a estar con Niki. Oh dios mío, ¿estoy celosa? No, no puedo estarlo, Niall es mi mejor amigo. Pero le necesito para estar bien, porque es mi amigo, porque siempre me ayuda y me hace olvidarme de Zayn. Vale, igual es posible que sienta algo por él... pero el caso es el qué. No, no puede ser, es que no puede ser. Dios, estoy paranoica. Me pongo a llorar. ¿Y ahora por qué lloro? Por Zayn, por Niall, por Nors, por Lili o Liam, por Alai, por Harry, por Louis y Hannah, por Carlotta y Sergio, incluso. Consigo dormirme y no me acuerdo de si pensaba en Zayn, en Niall o en ambos.
Me levanto al día siguiente con un increíble dolor de cabeza, la boca seca y una sensación extraña de vacío. No consigo desayunar, pero me bebo todo el zumo de naranja que consigo hacer yo sola sin quemar la cocina. Está riquísimo. Debería tomarme algo para el dolor de cabeza, busco y me tomo otras dos pastillas como las que creo que me tomé anoche. Dios, creo que nunca he tenido tanta resaca. Alai y Nora están ya despiertas, sin hacer nada, en el suelo y cuando aparezco, ambas me miran sin decir nada. Alai se echa a llorar.
-¿Qué...?
Nora niega con la cabeza y veo que tiene el tobillo vendado. Mierda. No podía ir hasta casa por el tobillo. Mierda, mierda. Me indica que me siente a su lado y me acerco a su oído.
-Nors, lo siento.. el tobillo... no...
-Shh.
-Otra vez, Blair, otra puñetera vez.
-¿Cómo?
-Ha vuelto a pasar, me ha vuelto a dejar caer. Me lo prometió, me dio su palabra. Y fíjate.
Alai llora sin consuelo, berrea, llora, chilla, se queja, llora, moquea, y berrea más. Nora no consigue decirle nada que la calme, está histérica. Yo estoy en shock.
-Me dijo que desde el primer momento se fijó en mí, que me vio perfecta. Que pensó que tenía que hacerme suya. Pero no. No puede callarse y tiene que añadir que todo ha sido mi culpa. Que podríamos haber estado juntos y bien desde el principio. Que yo me comportaba como una niña mimada.
Nora suspira. Intento respirar.
-Pero no es verdad. Él me odiaba, vosotros lo sabíais, me odiaba, no podía soportarme. ¡Y sigue vengándose de mí por meterme contigo! -le chilla a Nora y se vuelve a echar a llorar-. Lo siento tanto, Nora. Joder -llora más fuerte.
Nora sale a la terraza y me pregunto por qué estará tan rara con nosotras. Después de todo, a ella no le he llorado, le he llorado casi siempre a Niall. Abrazo a Alai y dejo que termine de llorar, diferentemente de otras veces, no me uno a ella, y a ella le cuesta menos tiempo parar y tranquilizarse.
-¿Sabes qué hice ayer? -niega con la cabeza y piensa en Harry, pero se muerde el labio antes que seguir llorando -. Quedé con Sergio, el amigo de Carlotta.
-¿Qué hiciste qué?
-Le echaba de menos... A Sergio no, al otro -evito decir su nombre y quedo como si fuera tonta-. Me encontré con Sergio en el supermercado, me dió su número y simplemente quedamos.
-¿Hiciste eso porque echabas de menos a Zayn?
-Sí. Y no sólo eso. Si no que me emborraché como una maldita jefa. Tuve que subir las escaleras a cuatro patas.
Se echa a reír.
-Bueno, yo soy peor. He pasado la noche en la playa, llorando y comiendo helado. He aparecido esta mañana.
Nos reímos las dos.
-Damos pena -sentencio.
-Deberíamos hacer algo al respecto, ¿y si salimos? Palermo es enorme, tiene que haber tíos mejores para nosotras.
-No sé, Alai...
-Veenga, Blair, ¡no podemos estar así! ¡Sólo son tíos! ¡Tienen pito!
Me asusta tanto que decido darle la razón. Para cuando Nora vuelve, estoy totalmente convencida de la idea de salir. Nos sentamos por fin en el sofá, está calentito, al contrario que el suelo. Mis glúteos lo agradecen. Entra Nora y Alai finge no prestarle casi atención.
-Blair y yo vamos a salir esta noche.
-¿Perdona? -peligro, peligro, evacuar. Pero Alai no se echa atrás, y yo le sigo el rollo.
-Sí, sí, nos vamos de fiesta -insiste.
-No vais a salir.
-Claro que sí, mis amigos dan una fiesta, lo pasaremos bien ¿quieres venir acaso?
-No, gracias.
Nora se ha cabreado pero Alai no rechaza la idea, y a mí me hace demasiada ilusión ya.
-Por eso.
Llaman al timbre y aparece Hannah. Le saludo efusivamente con la mano y le lanzo un beso. Me mira como si acabara de arrancarme un brazo y se lo hubiera tirado. Se queda a comer pero después se marcha y Alai y yo aprovechamos para subir a su cuarto.
-¿Sabes de qué me he enterado? -dice cuando cierra la puerta y pone tono misterioso.
-¿De qué?
-Louis va a llevar a Hannah de fin de semana romántico. Se van hoy, en barco, a un pueblo con una playa un poco perdido de la mano de dios. Pero romántico al fin y al cabo.
Siento como si algo frío me atravesara. Nuestro viaje, nuestro fin de semana. Iba a ser el paraíso. Me trago todo lo que tengo dentro y lo transformo en ganas de salir. Se acabó Zayn, se acabó echarle de menos. A por italianos.
Cuando vuelvo a concentrarme en la habitación, hay un montón de zapatos, maquillaje, vestidos, accesorios y sobre todo una infinidad de bolsos repartidos por la habitación. Voy eligiendo modelitos y me pruebo hasta que doy con el adecuado. Nora nos interrumpe, como siempre, de mal café.
-¿Por dónde se supone que tengo que pasar?
-¿Qué haces aquí, Nora? Pensaba que había quedado claro que no, no nos vas a hacer cambiar de opinión -dice Alai.
Pienso que si esta es la Alai "buena" y la Nora "buena" no quiero ni pensar cómo discutían cuando ambas eran malas arpías rodeadas de miniyos. Nora está a punto de decir una barbaridad, intervengo.
-No puedes prohibirnos no salir, así que...
Me mira hecha una furia y sale de la habitación.
-Está muy cabreada -dice Alai.
-Mejor -contesto.
Bajamos al rato, y nos despedimos de Liam, que nos da las gracias en silencio y sonríe.
-Vamos a arrasar -susurra cuando salimos
Pienso en que estamos haciendo algo mal, pero le sigo fuera de la casa, hasta un club, sin
decir una palabra. A pesar de que estoy nerviosa y de que tengo la tripa revuelta, cuando entro al sitio al que me ha traído Alai, no puedo evitar flipar.
techo, salas VIP en el segundo piso en forma de pasarela que rodea todo el primero. Me
quedo sin aliento, Alai me da la mano y me dirige a la barra. Habla con el camarero en inglés,
lo conoce. Consigue que nos invite a dos enormes copas. Me la bebo de un sólo trago y me
pongo a pensar en Zayn, ¿qué estará haciendo ahora? Alai me mueve otra vez y entramos en
una sala VIP sin que nadie nos mire dos veces y nos sentamos al lado de una chica.
-Me echabais de menos, ¿eh? -Alai ha adoptado postura de abeja reina sentándose entre las seis personas que estaban en los mullidos sofás, y me sienta a su lado.
Nadie parece acordarse de que desterraron a Alai a principios de verano, así que ella sigue hablando, pidiendo copas y haciendo como que se interesa por las novedades que ellos le cuentan. Pero está tan ausente que no sé cómo nadie más se ha dado cuenta. No mira a nadie a los ojos, sonríe con la típica sonrisa-foto que se pone sin más, no para de beber... Pero caigo en la cuenta. Por el hecho de que la echaran del grupo. No se dan cuenta porque realmente no les importa. Ninguna de las personas que están ahí se preocupan por los demás. Vuelvo a beber y me llena un sentimiento de vacío. Empiezo a entender por qué Nora y, especialmente Alai se esfuerzan tanto por encajar. Dios, es, no sé, es tan raro, tan superficial.
-Enseguida vamos a bajar a bailar. No te fíes del rizos, hazme caso, ¿vale? -me susurra al oído.
Ya lleva unas copas de más y decido que la que no se tiene que fiar es ella, me toca vigilarla. Pero no es problema, si bebe demasiado seguramente acabe llorando así que tendré que consolarla. Lloraré yo también y es posibl...
-Oh, gracias -mi cuarta copa de la noche. De un trago.

Bajamos a la pista y al instante pierdo a Alai. Me maravilla cómo consigo todos mis propósitos. El chico de rizos sobre el que me ha advertido viene al segundo a mi lado.
-¿Cómo te llamas, preciosa?
Me asquea el modo en el que me llama tal y como lo hacía Zayn, pero contesto amablemente, ya que trae copas. 


-Me llamo Andrea -dice y se lleva el dorso de mi mano a la boca, y le da un beso. Me aguanto las ganas que tengo de vomitarle encima.
Baila conmigo y me trae una copa tras otra. Cada vez tengo más calor y hago más el idiota. Pasa el tiempo pero no me doy cuenta de ello. A la décimocuarta copa no sé ni por dónde me da el aire. Me duele la cabeza tanto que me tomo una pastilla con un buen trago de martini. Me caigo varias veces y Andrea tiene que levantarme a pulso, ya que yo ni siquiera me esfuerzo. Cada vez tengo menos ganas de nada, y tengo que controlarme mucho para no llorar y pensar sobre Zayn Malik. El único momento en el que consigo olvidarme es mientras estoy tragando una copa, así que no dejo de hacerlo. Por momentos voy teniendo más y más calor. Pretendo quitarme el vestido pero sé que no debo hacerlo. Dudo entre decírselo a Andrea y que me consiga hielo para refrescarme aunque sea la cara y los brazos.

-¿Quieres pasarlo mejor que ahora? -me ofrece.
Mi poca consciencia decide aceptar. Andrea me da la mano y me lleva a lo que creo que es la parte trasera del sitio, aunque tenemos que esquivar a tanta gente por el camino que me mareo y dejo de saber que dirección estoy andando.
Nada más llegar al sitio que llaman La Zona, vomito sobre el suelo y una de las camareras se acerca con la fregona a recoger el estropicio. Intento disculparme pero no articulo sílabas. Mi acompañante se inclina sobre una mesa y en aproximadamente tres segundos está esnifando una raya de cocaína. Me asusto.
Me agarra el brazo y me sienta a su lado. No tengo fuerza y todo mi entusiasmo ha desaparecido. Alguien me ofrece una copa y me la bebo sin pensar. Al rato, lloro. Andrea me está besando el cuello pero soy incapaz de moverme. Quiero gritar pero no puedo. Quiero correr pero mis piernas no se mueven. Estoy tumbada en un sofá y me duele todo el cuerpo. Me he caído varias veces. Zayn. Me aferro a cómo suena su nombre y a todo lo que me recuerda. Andrea sigue besándome, acariciando mis brazos, estoy muerta del asco. Se separa de mí y veo que en el bolsillo tiene una bolsita de pastillas blancas. No me jodas. No, no puede ser. Se me cierran los ojos. No.

-Vámonos de aquí -dice.
Me levanta pero me resisto. Me comporto como un peso muerto, le intento arañar a la vez que dejo de oír y ver todo lo que hay a mi alrededor. Me mueve de un lado al otro y abre una puerta. Le miro y veo lo que pretende hacer, me resisto, le pego patadas, no sé si sigo llevando puestos mis zapatos. Si es así, le clavo el tacón en el pie. La puerta da a la calle, unos metros más adelante de la entrada del club, en la oscuridad. Cierro los ojos y antes de que me abandone a la gravedad, se me ocurren dos únicas preguntas en la locura que es mi mente: ¿Dónde estás? ¿Sigues pensando en mí?. Ni siquiera noto el golpe contra el suelo.

Cuando vuelvo a abrir los ojos, estoy en la calle, en el suelo, tirada. No noto si hace frío o calor. Veo entre doble y desenfocado. Intento sentarme para comprobar si estoy bien pero no tengo suficiente fuerza. Distingo lo que parecen ser moratones cubriéndome las piernas. Trago con dificultad, sin dejar que se me cierren los ojos y reúno fuerza para sentarme contra la pared más cercana. Apoyo la frente con fuerza contra el cemento, reclamando sentir dolor o, al menos, sentir algo e intentando evitar que se me caiga la cabeza. Tengo las manos y la lengua hinchadas; un dolor palpitante en la cabeza y el pitido insoportable de mi mente parece poco dispuesto a irse así como así. Muevo una mano ligeramente y compruebo que el vestido de Alai está roto. Noto el sabor de la sangre en la boca e intuyo que no se avecina nada bueno. Me da por imaginar cómo se pondrá Alai cuando vea su vestido de Channel roto. No sé en qué estaba pensando para venir a una fiesta con la gente que ya me amargó la vida una vez. Y ahora estoy tirada en la calle, sin acordarme de nada y echa un puñetero desastre. ¿Y todo por qué? Porque soy incapaz de mirar a Zayn a la cara y... Oh, Zayn. Me echo a llorar. Sigo sin notar los brazos ni las piernas y me siento cada vez más cansada. Vuelvo a cerrar los ojos y sin dejar de llorar, me dejo ir. Mi cabeza da vueltas y no me deja respirar. Me ahogo. De repente, mi cuerpo deja de ser mi cuerpo, dejo de sentirlo, dejo de sufrir a la vez que sé que estoy vomitando pero no siento nada salir de mí, no noto las arcadas. Sigo llorando, sé que las lágrimas ya han llegado hasta mi boca y mi cuello.
Pienso en Zayn, una y otra vez, en sus besos, sus palabras, en su sonrisa cerca de mí. En todas las noches, tardes, y amaneceres que he pasado entre sus brazos. Como un flash, como una ley de murphy, otra imagen se cuela en mis pensamientos. Una imagen que no conozco, que no recuerdo haber vivido. Y vienen más. Un sabor que no he probado, una cara desconocida. Unas manos que no son las suyas tocándome. Una piel que no es la suya rozándome. Me entran arcadas y cuando consigo girar la cabeza para no mancharme, vomito y esta vez me doy cuenta de ello. Todo el dolor vuelve de golpe. Tengo las piernas llenas de puntos de dolor que se agudizan si intento moverme. Necesito ayuda, ¿nadie lo ve? Me estoy ahogando. Cierro los ojos y pierdo el conocimiento de nuevo.

Oigo una voz, pero no sé qué dice. Pregunta algo pero no puedo contestar, repite lo mismo una y otra vez, ¿no se da cuenta? No puedo moverme. Siento una pequeña sacudida y pasos. Me duele la cabeza con el movimiento, se me va a desencajar del cuerpo en cualquier momento. Dios, no siento las piernas, seguro que las he perdido. Quién me está tocando. Qué hace.
-Aguanta.
Es su voz. Creo que me he vuelto totalmente loca. Es la voz de Zayn, la reconocería entre todas las del mundo. Pero no puede ser él, simplemente no puede ser real, sin embargo me decido aferrar a la locura, a su voz. A algo bonito. Me duele la cabeza, no puedo respirar, no puedo hablar.

Cuando vuelvo a tener consciencia estoy en un baño que sé que conozco, suspiro y me doy cuenta de que puedo notar el frío de las baldosas en las piernas y la frente que tengo apoyada en la pared. Miro alrededor, veo a alguien llevando unos vaqueros desgastados que me suenan apoyado en el marco de la puerta. Levanto la mirada pero la luz me ciega y hace que ni siquiera le vea la cara. Suspiro y compruebo que sigo llevando el vestido roto. También que tengo restos de maquillaje y lágrimas por la cara. Genial, si me vieran Alai y Nora se tirarían de los pelos. Mi pobre Nora, si se entera de cómo estoy le fastidiaré el verano con Liam, y no queda nada para que se acabe. Se me llenan los ojos de lágrimas, ¿por qué he tenido que darme cuenta de lo mucho que quería a Zayn cuando le he visto con otra? Se me revuelven las tripas y me inclino sobre el inodoro para echar lo que me queda de intestinos dentro. Cierro los ojos con cansancio, acabo de darme cuenta de lo agotada que estoy.
Abro los ojos y la escena ha cambiado pero no tengo ni la más remota idea de cómo. Sé que he estado despierta hasta ahora, pero de un momento a otro, es como si hubiera despertado. Estoy en el salón de los chicos, lo reconozco perfectamente. Estoy sentada justamente donde siempre solía estarlo con Zayn y él está aquí, a mi lado, abrazándome. Le miro y noto su mirada fija y vacía en el televisor. Está viendo anuncios italianos, en una televisión en silencio, a las 5 y media de la mañana. Intento levantarme del sofá, donde me tiene agarrada, pero me retiene y se levanta él. Me echa un rápido vistazo y se marcha. Cuando se marcha, parece que sus pasos nunca dejan de sonar, que su imagen nunca se aleja. Intento relajarme sin éxito, agarrarme los pulmones, me queman, la cabeza, me duele, las manos, me sangran. Noto la sangre arder y me siento en el suelo, agarrándome la cabeza. Siento el pelo sucio entre los dedos. Me duele todo el cuerpo, me quema, se me va a derretir la piel, la lengua se me mueve sola, he dejado de sentir los pies. Sin su presencia todo se vuelve frío, todo se vuelve dolor. Intento gritar pero ningún sonido sale de mi boca. Vuelvo a intentarlo y finalmente, chillo. Zayn aparece por la puerta y deja un montón de cosas sobre la mesa, no puedo abrir los ojos, pero sé que me mira y finalmente se sienta a mi lado en el suelo y me aprieta con fuerza entre sus brazos. El placer de sus brazos crujiéndome los huesos poco a poco se va llevando la sensación de dolor.
Tras lo que parecen horas, se atreve a soltarme y coge una de las cosas que ha traído y que se han quedado mal tiradas sobre la mesa. Una camiseta suya, la que sabe que es mi favorita y que seguramente me haya puesto más veces en todo el verano que él. Desliza despacio una mano por mi espalda, con cuidado para no asustarme y llega al cierre del vestido. No me atrevo a dejar de sostenerme la cabeza, tengo miedo de que el dolor sea porque se me ha separado del cuerpo. Desabrocha la cremallera y consigue quitármelo entero sin apenas tener que haberme movido. Suspiro como agradecimiento pero ni sonríe.
Me agarra y sostiene para sentarme entre sus piernas estiradas, echa una bola contra su pecho. Entrelazamos las manos y sostiene en alto mis brazos para aprovechar y meter mis brazos por las mangas de su camiseta, para luego pasar la cabeza. Me la baja hasta taparme todo lo posible y luego vuelve a abrazarme, para darme calor. Empiezo a tiritar y estira el brazo a mi lado para coger algo de la mesa y me sorprendo de lo bien que se ve su brazo. Acerca un bote de zumo de los que se beben con pajita y me lo acerca a la boca, para que no tenga ni que moverme. Empiezo a bebérmelo, melocotón, mi favorito y apoyo la cabeza en su pecho, para respirar a la vez que él. Me abraza más fuerte, a falta de mantas, y apoya su barbilla en mi cabeza, meciéndome de un lado a otro entre sus brazos. Tararea algo y ya no sé si es para calmarse él o calmarme yo y la única buena noticia es que, aunque el mareo sea persistente, todo duele menos si es a su lado.
Unos tímidos rayos de sol se cuelan por la ventana del salón y me hacen abrir los ojos. Antes de desperezarme, le busco con la mirada y le encuentro a mi lado en el sofá. Me toca con una mano, como asegurándose de que sigo ahí y me sorprende lo pequeño que parece dormido a mi lado. Y tiene ojeras, como si se hubiera quedado dormido porque no le quedaba más remedio. Me tomo mi tiempo en asegurarme de aprenderme su cara de memoria otra vez, sin que me mire y se pregunte por qué lo hago. Miro a mi alrededor, la casa está totalmente en silencio y no sé por qué tengo la sensación de que todos han preferido dejarnos a solas y dormir en casa de Nora. En la mesa hay otro zumo, una nota y una pastilla.
Pequeña, tómate la pastilla y el zumo si cuando te levantes te sigues encontrando mal. Te ayudarán xx
No es una sugerencia, así que hago caso, ya que de verdad me duele la cabeza horrores. Me tomo la pastilla y me bebo el zumo de un trago para seguir mirando a mi alrededor. En el suelo, donde recuerdo que me bebí el primer zumo, hay varias toallitas prácticamente negras de algo que parece maquillaje. Me toco la cara y noto que está limpia, efectivamente era maquillaje. Al tocarme la cara me fijo en que tengo el pelo recogido, pero no recuerdo haberme hecho una coleta, ni siquiera haber cogido una goma. Vuelvo a mi pasatiempo favorito y le miro. Está tapado con la manta, cosa rara en él, y parece realmente agotado. Siento pena por él, seguramente haya tenido que aguantar mis súplicas para que se quedara toda la noche. Me acerco a él y lentamente acerco una mano a su cara. Rozo con la yema de los dedos sus párpados, sus pestañas, sus labios, sus mejillas y mentón, su nariz... Mantengo la mano en su nariz para sentir su respiración y le noto aspirar fuertemente. Me quedo quieta, temiendo que se despierte.
-Blair... -susurra y suspira.
Me derrito ante lo tierno que acaba de ser eso, que haya reconocido mi olor. Mi interior se debate entre irme y dejarle dormir o dormirme con él todas las horas posibles. No puedo quedarme. Ya hemos tomado caminos distintos, por mucho que me duela. Pero soy incapaz de irme, de dejar de mirarle. Se despereza bajo mi mirada y abre un ojo rojo.

-¿Te has tomado la pastilla? -dice con voz dormida. Asiento y se relaja. Suspira varias veces hasta reunir fuerzas para levantarse y sentarse en frente de mí. Pone una mano en mi frente y evalúa mi temperatura con expresión de sueño. Intento no sonreír.
Nos miramos, veo su mirada recorriendo mi cara, mis manos, y finalmente nuestros ojos se vuelven a encontrar.

-Lo siento -decimos a la vez.
Parece ser que en los dos la frase del otro provoca la misma reacción. Dejamos de mirarnos y nos quedamos en un silencio incómodo. Nunca había sentido tantísima necesidad de hablar pero tan poca fuerza para hacerlo. Sé lo que tengo que decir y ya tengo las palabras exactas en mi cabeza, pero simplemente no salen. Abro la boca pero no consigo articular palabra.

-Yo... -volvemos a decir a la vez y nos reímos, añadiendo más incomodidad al asunto.
-Siento que hayas tenido que aguantar todo esto -digo del golpe y sin respirar. Me mira y niega con la cabeza.
-¿Qué? -digo y me pone un dedo en la boca, haciéndome callar.
-Déjame hablar anda, ¿vale? -asiento y continúa-. Esto, TODO esto, es culpa mía. No me mires así, los dos sabemos por qué ha empezado todo este mal rollo entre nosotros.
-¡Tú no tienes la culpa de nada!
-Si yo no hubiera besado a esa chica, nada de esto habría sucedido -cierro los ojos y contengo la herida sangrante que sigue siendo el hecho de que haya besado a esa chica. Se da cuenta pero sigue hablando-. Es decir, es que no sé ni en qué estaba pensando. Yo, yo no sé hacer esto. No sé expresarme -se ríe y miro la ventana, incómoda.
-La culpa no es tuya, soy yo la que sale por ahí a hacer el loco. Y como no tengo término medio, tengo que hacerlo todo extremo.
-No sé por qué lo hice. De verdad. Yo sólo pensaba en ti, bueno, en el último mes y medio no he pensado en mucho más...
-Zayn, cállate. No puedes pensar así. ¿Bromeas? No puedo exigirte que no estés con otras chicas, no eres nada mío. Yo he sacado las cosas de quicio, como siempre. Toda la culpa es mía. Yo he acabado medio muerta a las puertas de un sitio que ni sabía que existía en un país que no conozco. Es típico de mí, ¿vale? De no ser por mí, no estaría aquí, reteniéndote, obligándote a quedarte con una chica con una resaca tremenda.
-Exacto. De no ser por ti no estaría aquí.
Sonríe y niego con la cabeza. No sabe lo que dice y me está haciendo la pelota, no le gusta hablar del tema. Le conozco demasiado bien.

-Cielo, yo no... es que me siento tan mal. Lo siento, lo siento. -escondo la cara entre las manos y suspiro.
-Pues yo lo siento más y más veces. Yo tengo más culpa.
-No la tienes, ya te he dicho que no puedo decirte nada, no somos nada.
-¿De verdad piensas eso? ¿Después de todo, piensas eso en serio?
-Bueno, creo que mi reacción lo dice todo, ¿no? Para mí desde luego no somos sólo amigos. Pero yo siempre exagero.
Me mira y sonríe.

-¿Sabes en qué pensaba? Cuando la chica... ya sabes...
-No quiero saberlo.
-En ti. Todo lo que era distinto a ti no me gustaba. Y todo era distinto, no eras tú.
Agarro un cojín y escondo la cara. Es demasiada información, demasiado brillante la mañana que veo por la ventana. Parece tan sincero, tan tierno. Me caigo de lado en el sofá y me mira, aún sentado y sonriente.
-No sé qué pensar.
-No pienses -me acaricia el pelo distraídamente-. ¿Te duele algo? ¿estás mejor que anoche?
-Muchísimo mejor.
Bajamos a su cocina, se me hace extraña. Tan diferente de la de Nora, y desde luego la suya no está hecha tan para cocinar como el paraíso culinario de Nora. Me siento en la encimera, y me acuerdo de algo.

-Esto me recuerda al día de nuestros spaghettis a la boloñesa -se me adelanta.
-A mí también, fue un buen día.
-Nuestro beso -dice.
-Culpa de la salsa.
Se acerca y me rodea con los brazos, apoyando la cabeza en mi pecho. Luego levanta la cabeza y me besa con cuidado, despacio. Es algo que había echado de menos, sus besos. Simplemente es como estar en casa cuando me besa, es natural, algo que podría hacer a diario para siempre. Agarro su cuello y le acaricio el pelo mientras sus manos siguen rodeándome pero sin apenas tocarme. Lleva puesto el delantal de "¡Besa al cocinero!'
Cuando le cambio el sitio, se sube a la encimera y yo trasteo por la cocina, buscando cereales.

-Pequeña -dice, llamando mi atención
-¿Mmm?
-Te quiero.

jueves, 23 de agosto de 2012

Capítulo 20 (Nora)

Toco el timbre y espero con Blair y Alai, rezo porque no nos abra Zayn y Blair sufra un colapso. No será él quien abra, sabe que venimos. Para mi sorpresa es Liam quien abre la puerta. Nos sonríe y se acerca a mi rápidamente, se ha ido esta mañana temprano y ya lo necesitaba. Me coge en brazos y comienza a darme besitos. Se sienta en el sofá y me hace cosquillas.
-Para- me quejo pero me ignora como siempre
No duramos mucho ahí porque en seguida nos sentamos a comer.
Se sienta a mi lado y me da la mano ¡no sé como pretende que coma! pero no me importa
-¿Me vas a dar tú de comer?-le pregunto en susurros
Sonríe y asiente
-Es mi mano buena, déjame
-No quiero
-Si
-Pídemelo bien- me besa
Continuamos así el resto de la comida, no me deja fijarme en el resto, me secuestra a su manera y a mi me encanta. Entonces suena un móvil, algo. Liam se levanta y contesta. Algo en esa llamada no me gusta nada, creo que me está entrando el miedo repentino. Pone mala cara y por fin habla.
-Es para ti, Zayn - vuelve a sentarse conmigo y Zayn coge el teléfono
-¿Qué pasa?- le susurro
-Luego te cuento
Me fijo en Zayn y en como se ha quedado pálido, algo malo ocurre.
-La chica de la discoteca -dice en un susurro.
Al oír ese susurro me acerco a Blair, sé que lo ha oído y que no puede creerlo, ninguno podemos ¿cómo ha conseguido su número? ¿Cómo puede llamarle ya? ¿Por qué?
Veo como Blair no reacciona y como cuando vuelve a mostrar signos de vida está rota, como Zayn niega con la cabeza y como en un segundo Blair ha desaparecido.
Todo pasa muy deprisa, yo salgo corriendo como puedo, pierdo mis zapatos y grito, y grito a Blair, veo a Niall y a Alai que corren detrás de mí y como Blair sigue corriendo desesperadamente. Entonces, mis pies no dan más y cuando voy a parar siento como mi tobillo toca el suelo. Me lo retuerzo por completo y caigo, me falta aire y me duele y veo como Blair está lejos y como Niall sigue tras ella. Él continua, está a salvo.
-¿Estas bien, Nors?- Alai corre hacia mi
-No- reprimo las lágrimas, no puedo moverlo, no puedo
Harry y Hannah llegan dos minutos más tarde. Harry me lleva en brazos hasta casa. Me deja en el sofá y Hannah me trae hielo. Yo sigo sin poder moverlo, parece una pelota o algo similar, odio su aspecto. Ahora no voy a poder llevar sandalias, ni tacones, ni nada por una buena temporada.
Harry vuelve con Louis y Liam que están con Zayn y las chicas me ayudan a moverme. Sugieren ir al médico pero yo sé perfectamente que hacer. No necesito médicos, no es mi primera vez. Cuando el hielo se derrite y mi pie esta lo suficientemente congelado para que no lo sienta me pongo una venda improvisada. Media hora después aparecen Harry y un preocupado Payne.
-Estoy bien, solo es algo pequeño- hablo muy deprisa para evitar que hable él y me haga llorar
-¿Seguro? lo siento, me lo acaba de contar Harry... y he venido en cuanto he podido y lo siento ¿Estas bien? ¿Qué necesitas?
Habla más deprisa que yo, se sienta a mi lado y revisa mi tobillo
-No tiene buena pinta
-No
Harry, Alai y Hannah han desaparecido, nos hemos quedado solos y Liam sigue mimándome. Entonces sale el tema temido de toda la tarde.
-Está fatal, Liam
Lo peor es que lo saco yo y esto hace que me derrumbe. Necesito hablar.
-Lo sé, Zayn está igual. Es horrible.
Agarra un mechón de mi pelo con cariño y juega con él. Entonces se acerca más a mi y se pierde en mi cuello, me mordisquea la oreja y hace que me entren cosquillas. Se me eriza el vello cada vez que su respiración acaricia alguna parte de mi cuerpo. Cada vez que posa sus labios sobre mí.
NO, Liam, no, no es el momento
-¿Sabes lo peor?
-¿Qué?
-Que Blair y Zayn eran siempre los que estaban juntos, los que primero estuvieron juntos.
Creo que me ignora totalmente, solo quiere jugar y yo no puedo hacerlo, no puedo, no en este momento. Comienza a besarme en la nuca, prosigue por el cuello. Necesito que me de espacio, que pare porque sino no podré decirle que no.
-Liam - le digo y por fin me mira-. Préstame atención - sigue sin hacerlo
Agarra con sus manos mi cara y me besa suavemente. Siento su respiración tan cerca que hace que me atonte. Y entonces suelto lo que tengo tan guardado dentro de mí
-Liam, tengo miedo de que nos pase lo mismo a nosotros.
Mis palabras atropelladas le dejan paralizado por un momento. Aun así espero que me diga algo, que me diga que todo va a estar todo bien. En vez de eso me acaricia mientras me mira con sus ojos tono caramelo dulce que me pierden. Noto como su mirada analiza todo mi cuerpo y cuando me vuelve a besar esta vez su beso me dice todo lo que necesito, es como si gritase que jamás me va dejar, es todo lo que necesito, es más de lo que necesitaba.
-Gracias - le susurro cuando dejamos de besarnos y apoyo mi frente contra la suya. Cierro los ojos y dejo que él me sostenga, que respire por los dos.
Poco después vuelven a aparecer Alai y Hannah, tienen la esperanza de que Blair y Niall lo hayan arreglado ya y estén de vuelta a nuestra casa.
Harry y Louis se quedan con Zayn y el resto volvemos a mi casa, insisto en que Liam se quede pero no me hace caso, yo lo agradezco interiormente porque no sé que seria de mí sin él aunque Zayn le necesita infinitamente más que yo.
Llegamos y me lleva en brazos hasta el sofá, cada día está más fuerte y eso me encanta.
Me obliga a ponerme más hielo aunque sé que mucho más el hinchazón hoy no bajara, lo apoyo en alto y me acurruco entre sus brazos. Hannah se despide de nosotros al poco rato y Alai se sienta en el sofá opuesto.
Suspira a cada rato recordando su cita de anoche, lo sé porque me la ha contado mientras desayunábamos, ha sido perfecta, sí una cita por fin, de esas en las que sientes mariposas en el estomago.
Me río al pensar en lo nerviosa que estaba yo en nuestra primera cita, sí, esa tan inesperada como necesitada. Desde entonces las cosas han cambiado, y eso que fue apenas dos semanas.
Entonces llaman a la puerta, supongo que será Blair. Alai corre a abrir y aparece con la fugitiva del día.
-Tía, ¡todavía no te he contado mi cita con Harry!
Le dice nada más entrar dando saltitos. Blair nos mira a los dos, luego mira a mi tobillo y se acerca a nosotros
-Hola, cuñado -le dice a Liam dándole un suave besito en la mejilla y luego me da otro a mi
-No, ahora no vengas con besos - le digo en tono enfadado, no voy en serio pero quiero que sufra.
Me mira con expresión de pena y Alai se lleva del brazo escaleras arriba, yo sigo con mi expresión de mala amiga enfadada. No voy a ayudarle porque ni puedo ni quiero separarme de Liam. Opto por seguir acomodándome entre sus brazos. Huele también y se está tan calentito que no quiero levantarme en años.
No sé ni como ni cuando pero me he quedado dormida entre sus brazos. Cuando abro los ojos veo que me esta mirando, me encanta tener su rostro tan cerca del mío.
-Hola- me da un pequeño besito y sonríe
-Hola- le devuelvo el beso- ¿llevo mucho tiempo durmiendo?
-Bueno no sé a mi se me a hecho muy corto
-¿Que has estado haciendo tú?
-Observarte ¿nunca te he dicho que me resulta fascinante verte dormir?
Me sonrojo, me encanta que me diga ese tipo de cosas, lo sabe
Él sigue mirándome con esa cara de bebe preciosa, me abraza y me susurra algo al oído que no llego a entender
-¿Qué?- le digo riéndome
-Nada
-Dímelo
-Eran pensamientos en voz alta
-Compártelos conmigo- le digo mordiéndole la mejilla
-No te gustarían
-Prueba
Sonríe de manera tímida y comienza a jugar con mi pelo. Entiendo eso como una manera de evadirse y meterse en su mundo, refugiarse, ahora me utiliza a mí para hacerlo. Le dejo unos minutos en su mundo mientras le observo, no puede ser más precioso.
- ¿Vamos a la playa? - le pregunto, un rato después- no quiero pasarme el resto de la tarde en casa, me niego a ello
-Debes descansar, lo sabes
-Puedo descansar allí. ¡Vamos! Hace un día genial, sé que tienes ganas de salir por ahí conmigo
-Nors, es mejor quedarse en casa-adopta un tono de voz más serio
-No, no, no- comienzo a gritar y a berrear-salgamos
-Nos quedamos en tu palacio
-¡Quieres ir a la playa! te lo noto lo sé
-Da igual lo que yo quiera, me quedo aquí contigo
-No es justo, los dos queremos ir ¿por qué no podemos?
-¿Quizá porque no puedes caminar?
-Tú me llevas, te dejo aprovecharte
-Nors...
-¡Nors no! dime que no deseas volver a verme en bikini
Se ríe
-Lo sabía
-Aun...
- Vamos tengo que cambiarme- le interrumpo para que no me vuelva a poner ninguna excusa
Me sube arriba en brazos. Él coge una de sus camisetas limpias que ya colecciono y el bañador mientras yo me pongo el bikini de flores que me compre en primavera, me pongo una minifalda y cojo todo lo necesario para pasar el resto de la tarde allí.
Aprovechamos las últimas horas de sol, vemos el atardecer juntos y comemos helados gigantes. Cuando la gente comienza a marcharse y el frío se hace notar decide meterse en el agua. ¿Pretende dejarme sola o qué?
-Solo será un momento
-No lo hagas- pongo carita de pena mientras le abrazo para que no me deje
-Podemos ir los dos
-Si piensas que voy a ir por mi propio pie hasta allí y me voy a meter en el agua congelada la resp... AHHH- no puedo terminar la frase porque antes de ello ya me ha cogido en brazos y comienza a correr hasta la orilla
Al instante siento como el agua congelada se me cala en los huesos, me agarro más fuerte a él y sonríe cuando una ola estalla delante nuestro
-¿Te he dicho que me encanta el mar?
-Lo imaginaba-sonrío- a mi también
-Eso es bueno, sí, así ya sabemos a donde ir en nuestras próximas vacaciones
-¿Próximas?
Asiente, me gusta como suena. Futuro.
Cuando salimos de la ducha y vamos a su habitación me visto con lo que tiene de mi ropa, me doy cuenta que cada vez va almacenando más cosas mías y que puede que yo tenga en mi casa la mitad de su armario, ni crea que se lo voy a devolver.
Cenamos con Hannah y Louis, Zayn se ha negado a cenar y se ha encerrado en su cuarto; Niall se ha ido con Niki (su primera cita); y Harry se ha ido a mi casa con Alai, eso me recuerda que debo llamar a mi pequeña Blair para decirle que no estoy enfadada y que pasare la noche aquí.
Después de cenar Liam me lleva hasta la habitación, me vuelve a vendar el pie y aprovechamos que la habitación es hoy para nosotros solos. Es lo bueno de que Niall ahora venga tarde, que tenemos más tiempo para ambos.
-¿Estas mejor, honey?
Asiento y me engancho a su cuello, se tumba en la cama y me tumbo encima
-Y ahora mejor- le susurro
Comienza a besarme, a mordisquearme mientras baja lentamente por mi cuerpo, recorriéndolo entero. Sonrío cuando besa mi vientre desnudo, me encanta la sensación de sus labios en mi piel...
Cierra los ojos y me sonríe, no le apetece mucho hablar, lo sé porque siempre hace lo mismo. Le doy un besito y apago la luz aunque no tengo sueño. Tengo dos opciones o levantarme o no dejar dormir a Liam, todo sea por no pensar en el poco tiempo que nos queda de verano.
-Liam- le digo acariciando su nariz
-Dime
-No quiero dormir.- noto como se levanta y enciende la luz- ¿qué pasa?
-No sé
Me hace levantarme y me rodea entre sus brazos
-Bueno entonces no dormiremos- besa mi nuca lo que me produce un tremendo placer
-Gracias
-¡¡Es una paranoica!!- la voz de Harry retumba por toda la casa
Genial, problemas.
Liam y yo salimos al salón donde Louis y Hannah están con Harry, con un Harry muy enfadado.
-¿Qué ha pasado?- le susurro a Hannah
-Ya sabes, tu hermana
Asiento y me siento en el suelo junto a Harry
Pasamos así un rato todos, en silencio, sin saber muy bien que decir. Harry se levanta y sin decir nada se va a la habitación con Zayn. El resto nos dispersamos y regresamos a las habitaciones.
Cuando me meto en la cama Liam me abraza
- Prométeme que estarás conmigo- le susurro cuando noto que está lo suficientemente cerca
No obtengo respuesta, respuesta verbal porque él me lo dice todo: se acerca más a mí, acaricia mi pelo y me hace girarme para quedar frente a frente aunque estamos a oscuras. Recorre el perfil de mis pómulos, mi nariz, mi mentón, mi cuello, mis labios. Estamos tan cerca que puedo sentir como late su corazón, me apoyo en su torso desnudo y me duermo entre sus brazos, estando segura de que seguirá conmigo cuando amanezca.
Me levanto tarde, después de la noche que hemos tenido no tengo ganas de nada. Ni Harry ni Zayn se han levantado todavía, el resto ya están todos en el salón.
Me siento en el hueco libre que me deja Liam
-¿Sabes algo de ellos?
Niega con la cabeza
-¿Tú como estas?- me pregunta acariciándome la cara
-Bien, me duele a veces
-¿Tengo que creérmelo?
Me río y asiento
-Está bien
-Nors, he llamado a casa y nadie me ha cogido, he llamado a Alai y tampoco- Hannah se sienta junto a nosotros con nosotros y me tiende una taza de café
-Luego llamo yo a Blair o lo vuelvo a intentar, gracias
-De nada, voy a ver si Louis me necesita
Nos quedamos solos, le tengo tan cerca que puedo distinguir perfectamente los lunares que tiene en la cara. Le ha comenzado a salir un poco de barba, es más pelusilla que le da un toque de más masculinidad que le hace más irresistible todavía. Me doy cuenta que tiene un pequeño lunar debajo del ojo derecho nunca me había fijado y es precioso, me río porque le hace más perfecto todavía. Beso sus parpados, se ríe cuando le rozo la nariz
-¿Te he dicho ya que me encanta tu nariz?
-¿Te gusta?
Asiento y rozo la suya con la mía
-Es perfecta
-Como la tuya- me susurra
Me abraza y yo sigo concentrada en su rostro: tiene una pequeña marca debajo del labio, otro lunar encima de él, otro más pequeño cerca de la ceja y uno más grande en la mejilla. Aparte está su marca en el cuello, claramente es su marca característica
- Tienes muchos lunares en la cara
-Tú también
-¿Yo? no tengo tantos
-Claro que los tienes, además de pecas
-Bueno sí pero las pecas son más en verano
- Eres una pecas
- No
-Eres mi pecas
- ¿Y eso no te gusta?
-Eso me encanta, honey
Sonrío, me gustan sus motes cariñosos, su forma de decirme... Me besa e interrumpe mis pensamientos atropellados
-Estaba pensando
-¿A sí?
Asiento mientras me vuelve a besar
-Pensaba en ti
Cuando termino de comer, tremendamente tarde, llamo corriendo a Blair porque sé que estará preocupada o desesperada o algo por el estilo, además tengo que contarle lo de Harry a Alai, tengo que saber si ambas están allí y si no han cometido alguna locura.
-¿Blair? ¿Estas en casa?
-¡Nora! ¿Qué tal estás? ¡Estaba MUY preocupada por ti!
-Blair, ¿estás en casa? - evito su pregunta y voy directa, tengo que estar primero segura de que están juntas
-No, no estoy en casa. ¿Se puede saber qué pasa?
-Mierda, mierda, mierda. Harry y Alai discutieron ayer otra vez y él no sabe dónde está. ¿Puedes pasarte a casa y confirmar que está allí?
-¿Cómo? Nora, por dios, va a estar ahí, ¿adónde podría haber ido? Deja de preocuparte.
¿Como me pide que deje de preocuparme?
-Por favor, Blair, por favor, ve a casa y comprueba que está allí. Por favor. Estoy con Liam, en su casa.-le digo nerviosa
Hay un pequeño silencio, y me da miedo lo que me pueda llegar a contestar, no sé por qué pero le noto terriblemente irritable
-Y que te lo pases bien con tu Lili-pú. Ah, y dile a Zayn de mi parte que es idiota.
Me cuelga bruscamente y a mi me dan ganas de volver a llamarle para decirle que la idiota es ella ¿qué coño le pasa? ¿Lili-pú? Tengo tanta rabia que me apetece terriblemente pegar a alguien. Salgo de la cocina como puedo y me voy a la habitación a paso terriblemente lento.
Liam me sigue y se sienta junto a mi cuando me siento en la cama enfadada
-¿Qué ha pasado, honey?
-¡Que todos se ponen en mi contra!- le digo a punto de llorar
-¿Por qué dices eso?
-¡Porque es la verdad!- me quejo mientras lloriqueo
-¿Y yo qué?
-Tú, tú eres distinto
-Define distinto
-Pues tú, ya lo sabes....- no quiero que me haga hablar, no quiero hablar
Veo como medio sonríe y me abraza, es uno de sus abrazos que te dan seguridad y sabes que estará ahí, como siempre para ti. Después de un rato de mimos y silencio decido ir a mi casa y comprobar por mí misma si mi hermana está allí
Después de media hora larga llegamos a casa, Hannah también nos ha acompañado. Abro la puerta y tal y como me lo esperaba no hay nadie en casa, ni rastro de Blair ni Alai ¿donde estará esta niña?
Pruebo con llamarla otra vez y no obtengo ninguna respuesta, llamo a cualquier posible amigo que le quede por aquí y temo porque haya cometido alguna estupidez, la conozco, no me extrañaría. Niego con la cabeza, ha crecido, es mas madura, ha crecido.
Tres horas después Alai vuelve, vuelve sola, triste, no es Alai, es otra chica que se ha metido en el cuerpo de mi hermana, es una chica que lleva cualquier ropa, no va maquillada, tiene la cara hinchada y no sonríe, no, no puede ser ella. Entra sin decir nada y arrastra su delgadito cuerpo hasta las escaleras, las sube despacio y termina perdiéndose en su habitación. Al menos en casa está a salvo.
Hannah se despide de nosotros y Liam me sube a la habitación
-¿Quieres que me quede?
-Pensaba que esa fase de preguntas ya estaba superada
-Bueno, tu hermana está mal, supongo que estoy de más aquí
-No estas de más, además esta noche no hablare con ella, no creo que pueda ni quiera hablar
Sigo sin tener noticias de Blair, mi hermana se ha encerrado literalmente en su dormitorio y yo no tengo ni fuerzas ni ganas para rogarle que me abra.
Terminamos subiendo los dos a mi habitación cansados de esperar a Blair, le he dejado dieciséis perdidas, siete mensajes de voz, ocho mensajes. No sé ni con quién ha podido salir, ni ha donde ha podido ir ni nada.
Me doy por vencida cuando Liam me deja sobre la cama y me quedo medio dormida encima de ella con la ropa puesta.
-Buenas noches- siento sus labios fríos en mi sien y caigo rendida
Me duele todo el cuerpo y aun así consigo levantarme y bajar las escaleras yo sola. En la cocina está Liam hablando con Alai en total secretismo.
-Hola- les doy un beso cariñoso a ambos- podéis seguir hablando
Se miran entre los dos y siguen callados
-Alai me estaba contando qué pasó anoche, lo que pasa es que no sabe como vas a tomártelo tú
-¿Por qué debería tomármelo mal?
-Porque Harry es tu amigo- Alai pronuncia Harry y amigo con cara de asco y suspira
-Bueno puedes hablarme de él, tú eres mi hermana
-Ya bueno, no es lo mismo- coge su taza y se levanta hacia el salón
-¿Qué coño le pasa conmigo?
-Dale tiempo. Nors voy a casa, si me necesitas llámame ¿sí?
Asiento
- Luego vendré, te lo prometo
Me besa y se despide de Alai. Me traslado al salón con mi hermana y nos quedamos en silencio. Entonces sin más ni más ella comienza a llorar.
-Bueno, eh ¿quieres hablar? te prometo que seré objetiva, eres mi hermana
-No quiero que seas objetiva, quiero que me digas que tengo yo la razón, porque la tengo ¿sabes? es idiota
- ¿Quieres contarme primero?
Asiente y vuelve a llorar cuando ve a Blair aparecer.
-¿Qué...?
Le indico que se siente antes de que siga hablando
-Nors, lo siento... el tobillo... no...
-Shh.
-Otra vez, Blair, otra puñetera vez.
-¿Cómo?
-Ha vuelto a pasar, me ha vuelto a dejar caer. Me lo prometió, me dio su palabra. Y fíjate.
Sigue llorando, aumenta la intensidad de sus berridos ¿En qué coño está pensado Blair? ¿Por qué no me ayuda?
-Me dijo que desde el primer momento se fijó en mí, que me vio perfecta. Que pensó que tenía que hacerme suya. Pero no. No puede callarse y tiene que añadir que todo ha sido mi culpa. Que podríamos haber estado juntos y bien desde el principio. Que yo me comportaba como una niña mimada. Pero no es verdad. Él me odiaba, vosotros lo sabíais, me odiaba, no podía soportarme. ¡Y sigue vengándose de mí por meterme contigo! -chilla la última frase con más intensidad y sé que va dirigida a mí-. Lo siento tanto, Nora. Joder -llora más fuerte.
Me levanto y salgo del salón, me voy a fuera intentado pensar. Ahora ya no tengo a una tengo a las dos igual, quizá peor todavía. Ahora ambas se van a unir y se van a destruir juntas.
Cojo el teléfono y le dejo un mensaje a Hannah
Ven, te necesito, tenemos problemas.
Nora
Rezo porque venga cuanto antes y me tumbo en la hamaca intentado pensar.
Blair está resentida conmigo, mi hermana me ha comenzado a odiar porque cree parte de culpa es mía porque Harry me defendía. Ahora el cerebro de mi hermana se pondrá en marcha y creerá seguramente que Harry está enamorado de mi, que ambos estamos aliados para que sufra y un sin fin de tonterías más seguro que se le están ocurriendo en este momento.
Suspiro y decido entrar quince minutos después. Entonces veo a las dos riéndose mientras ven la TV
- Blair y yo vamos a salir esta noche
-¿Perdona?
-Sí, sí, nos vamos de fiesta
Ambas sonríen ante la idea
-No vais a salir
-Claro que sí, mis amigos dan una fiesta, lo pasaremos bien ¿quieres venir acaso?
-No, gracias
-Por eso- vuelven a reírse
Suena el timbre. Refuerzos
-¿Qué pasa?-
-Han pasado de la fase llorona a la de arrasar esta noche
-¿Cómo?
-Entra y lo veras
Después de comer siguen con la idea de la fiesta, creo que Hannah se ha dado por vencida y ya ni siquiera me apoya. Cuando suben a prepararse Liam regresa.
-¿Cómo van las cosas?
-Mal
-Alai y Blair han decidido ir a una fiesta y bueno nosotras no estamos muy de acuerdo.
-Entiendo
-Sobretodo yo, porque Hannah se ha dado por vencida
-Bueno Nora si quieren hacerlo que lo hagan, no podemos prohibírselo
-Ya lo sé pero...
-Bueno no le des más vueltas- me abraza- Hann, Louis me ha dicho que vayas ya para allá, sino perderéis el barco
-¿Barco?
-Sí, quería contaros que ¡Lou y yo nos vamos de fin de semana romántico! Me lo ha dicho esta mañana y ha sido un amor total, yo no me lo esperaba para nada- dice riéndose emocionada
-Pásalo genial y disfruta todo lo que no os hemos dejado
-Lo haré, suerte con las chicas y no te preocupes estarán bien ¿sí?
Asiento y nos despedimos de ella
-¿A mi no me vas a llevar ningún día de viaje?
-Cuando quieras
-Mmmmm- me río confusa.- ¿nos escapamos ahora?
-Creo que todavía tienes que hacer de niñera
-Cierto, otra vez será cariño 


Alai y Blair se han aliado en mi contra por lo que mucho no voy a conseguir intentando sacarles esa estúpida idea de la cabeza, lo malo no es el hecho que vayan a salir con el amigo de Blair lo malo es que van a una fiesta que Alai conoce perfectamente, y la ultima vez que Blair acudió a una de ellas no termino muy bien.
He intentado de todo junto con Hannah pero ambas se han negado a escucharnos. Subo de nuevo a la habitación de mi hermana ya que se que les queda una escasa hora para irse. Cuando entro veo un montón de vestidos sobre la cama a ellas eligiendo el maquillaje y con un ejército de zapatos puestos en fila impidiendo el paso.
-¿por donde se supone que tengo que pisar?
- ¿que haces aquí, Nora? Pensaba que había quedado claro que no, no nos vas a hacer cambiar de opinión- Alai habla como antiguamente lo hacia cuando se rodeaba de sus perritos falderos, parece que Harry ha sido suficiente para romper a la nueva Alai
- No puedes prohibirnos no salir así que- Blair se le une. Pongo los ojos en blanco y me doy media vuelta
No he hablado en condiciones con Blair desde lo que pasó con Zayn y la chica de la discoteca, genial ahora se pone al mismo nivel que mi hermana.
Opto por darme por vencida y vuelvo a bajar las escaleras que tanto me ha costado subir.
Me dejo caer en los brazos de Liam
-La próxima vez te subo y bajo yo
-puedo valerme por mi misma
-ya veo
- es que parecen idiotas, se comportan como unas completas estupidas- me apoyo en él mientras me reviso la venda
- bueno seguro que se les pasa, quizá no les venga mal ir a esa fiesta
- haz memoria, las ultimas fiestas a las que han acudido terminaron en desastre, ¿quien te dice que en esta no va a pasar lo mismo?
- no tiene por qué pasar, son tu hermana y tu mejor amiga no son estúpidas, ¿vale? Confía en ellas, relájate ahora te tengo para mi.
Me gusta la idea, es lo único que me ayuda a no estar histérica, a no preocuparme tanto, es lo que me evita pensar.
Alai y Blair se despiden de nosotros y salen dejándonos solos. Debo reconocer que están preciosas, sexys y radiantes y eso hace que me preocupe todavía más.
Liam me sube a mi habitación y me hace ponerme un vestido bonito y un calzado "cómodo" que combine con él.
- si fuese por mi podrías ir en deportivas pero son ordenes de mis superiores, no me dejan cambiarlas
- ¿Qué es esto, Liam?
-Nada, una pequeña sorpresa, ¿lista?
Asiento cuando termino de trenzarme el pelo. No sé por qué pero esto no me gusta un pelo y me da la sensación de que Alai y Blair tienen que ver con ello.

Salimos de casa y caminamos hasta el paseo, en él me obliga a taparme los ojos y camino unos cinco minutos más a ciegas. Cuando considera que ya he sufrido suficiente me hace parar y me deja sola un momento. Escucho las primeras melodías de nuestra canción y sonrío
-que es esto, Liam?- le digo todavía con los ojos tapados
-sorpresa- me descubre los ojos y veo como suspira cuando ve mi cara
Creo que es lo mas bonito que he visto nunca, supera con creces la noche en la que los chicos hicieron la cena y lo decoraron todo. Es estilo película, esas en la que el chico lleva a la chica a la playa y allí tienen una cita romántica, es igual, no, es mejor. El olor a mar me envuelve, el sonido de la música que se mezcla con el rumor de las olas, la luz tenue de las velas, la sonrisa de Liam que sigue mirándome, las flores que envuelven la pequeña mesa...
- yo, yo no sé que decir Liam, es demasiado bonito, demasiado para mi, yo debería hacerte este tipo de cosas
- bueno no sabia como recompensarte así que he pensado en esto, tengo que decir que las chicas me han ayudado mucho así que por favor no las odies
-no puedo hacerlo, es... OH dios
- ¿qué pasa? ¿Estas bien?
- el pie, demasiado tiempo de pie
Me río para no preocuparle, me encanta su carácter protector.
Me ayuda a sentarme y me fijo en la forma de sus manos, hábiles y rápidas al servir la comida. En como me mira mientras intentamos comer y como se ríe cuando hago cualquier comentario espontáneo y sin sentido que resulta gracioso para los dos.
Termino por repetir en la parte del postre y nos tumbamos en la arena en la toalla doble que ha traído, como apenas sopla el viento la temperatura es ideal y la arena no se nos pega apenas en la piel. Me quedo mirando el cielo estrellado mientras él juega con mi pelo. Una estrella fugaz. Deseo. Otra. Deseo. De nuevo otra rápida. Siempre el mismo deseo. Siempre él.
- es un momento perfecto
-puede serlo todavía mas
- ¿a si? ¿Cómo?
- bueno estamos solos, es de noche y tengo esto- se saca del bolsillo un preservativo y sonríe- que me dices, honey?
Comienzo a besarle y se lo quito de las manos.
- me toca- sonrío y me muerde el cuello.
Suena mi teléfono. Niall Horan.
-¿Nora? interrumpo algo? Lo siento, pero es importante- Niall habla depresiva, apenas puedo entenderle. Entonces me doy cuenta que algo malo ha debido pasar para interrumpirnos
Liam se recuesta a mi lado y me observa
-Alai nos acaba de llamar, está mal, esta llorando, ha perdido a Blair, cree que le ha pasado algo malo. Tenéis que venir, Hannah y Louis ya se han ido de viaje y yo no sé como controlar a Zayn a Harry, la discoteca no queda cerca, necesitamos que vengas.
- Niall habla mas despacio, como estaba Alai? Seguro que estaba así? No estaría borracha fingiendo?
-Nora crees que si no estuviese seguro te llamaría?
- en dos minutos estamos allí, estamos ya allí.
Cuelgo el teléfono y comienzo a temblar, lo sabia, lo sabia, mierda, mierda, mierda.
- que ha pasado, Nora?
- no lo sé, Alai y Blair están en problemas- le digo apunto de llorar
- déjame el teléfono, vamos
Liam coge mi teléfono y llama a Niall
-Nialler, Nora no puede conducir, tampoco entraríamos todos en el coche, coge a esos dos y pilla un taxi hasta la discoteca, nosotros haremos lo mismo, nos vemos en la entrada de la discoteca, hazme caso- suspira un momento y me mira- todo saldrá bien
No sé si le habla a Niall me habla a mí o si se lo dice así mismo.
Admiro la manera que tiene Liam de afrontar los problemas, de ponerle solución, yo no puedo, yo soy débil.
Cogemos el primer taxi que vemos y diez minutos después llegamos a la puerta de la discoteca donde ya están Niall, Harry y Zayn.
Noto que ambos están nerviosos, creo que están apunto de subirse por las paredes. Nos acercamos a ellos y escucho como Harry no deja de susurrar algo
-Tiene que estar bien, tiene que estar bien, tiene que estarlo
Ni siquiera Zayn es capaz de controlarse, se mueve de un lado a otro, está apunto de darle un colapso. Se saca algo del bolsillo, un paquete de tabaco y comienza a temblar, es incapaz de encender el mechero por lo que le ayudo a encenderlo
-Estarán bien, ya veras
-No sé, gracias- da una gran calada al cigarro y suspira- tienen que estar bien
Termina con el primero y se enciende un segundo
Liam termina de ponerse de acuerdo con Niall y se dirige a nosotros
- vale nos separamos: Harry y Niall vais a buscar a Alai, si la encontráis nos hacéis una pérdida, nosotros tres iremos a buscar a Blair Llamad con cualquier información, mirar por alrededores seguramente esté fuera. Suerte.
Le doy un pequeño beso a Niall y a Harry antes de dejarles y nos acercamos a la discoteca. El portero nos mira mal pero aun así nos deja pasar. Vamos a la zona concurrida de sala, a los sillones, a los baños, a las esquinas poco visibles, nos recorremos cada centímetro de discoteca y ni rastro.
Siento como tacones de aguja, zapatos y deportivas machacan y mi tobillo. No sé si estoy apunto de llorar por el dolor físico o por la idea de que mi mejor amiga y mi hermana estén desaparecidas. Vuelvo a probar llamar a Blair y sigo sin obtener respuesta. Vamos Blair dame una señal. Entonces caigo, la planta alta, sala VIP, nuestra preferida.
Me hago paso entre la gente y llego hasta la puerta de la sala VIP, el portero me nos impide el paso. Pruebo por describirlas, por hablarle de mi hermana ante su negativa recurro a quien soy, Nora Juzgs.
Un segundo portero me saluda amistosamente y le ordena al nuevo que me deje pasar
-¿No sabes quien es o qué?- escucho cuando ya estoy entrando. Nuevos

Recorremos toda la sala, preguntamos a todo aquel que pueda saber algo de ellas y lo único que conseguimos encontrar es uno de los zapatos de Alai.
Cuando estamos apunto de marcharnos escucho el agudo tono de Kim Beck.
-Nora ¿buscas a tu hermana y a esa amiguita suya?
Asiento, esta tía es idiota
-Las vi. Salir con dos chicos muy guapos hace una hora o así, espera, no sé- se ríe y se tambalea por la borrachera que lleva- quizá más- vuelve a ahogar una risita- escuché que se iban fuera, seguramente a la zona, ya sabes- se ríe y da un largo trago a su bebida
¿La zona? ¿Debería saber qué es la zona? ¿Debería saberlo?
-Nors ¿qué es la zona?- Zayn me pregunta nervioso
-No sé, estoy pensando
-¿Qué es?
-Déjame pensar
Entonces caigo, la discoteca tiene una trasera, los VIPs llevan allí a quien quieran, es todo distinto, está lleno de lujo, más incluso que esta sala, lujo, drogas y sexo, eso es la zona.
Salimos de la discoteca y comienzo a llorar, es todo por mi culpa.
Llamo a Niall pero no me coge, corro como puedo para llegar a ese lugar
-Nora- la voz de Liam retumba en mi cabeza, me paro en seco- es Niall, ha encontrado a Alai
Cierro los ojos, ella tiene que estar bien tiene que estar bien
-Van a casa pero no saben nada de Blair
- Yo sí, vamos
Llego al callejón que oculta la zona y la veo, está tumbada en el suelo parece una muñequita de trapo rota, llena de moratones y heridas, noto que llora y que apenas se mueve, no parece ella, no puede ser ella.
Zayn comienza a correr y llega hasta ella antes que yo.
-Aguanta, aguanta, pequeña, aguanta solo un poco más

viernes, 17 de agosto de 2012

Capítulo 19 (Blair)


Como siempre, Niall me ofrece una vía de escape. Me coge la mano y me conduce escaleras arriba, a mi habitación, que prácticamente es la suya ya también. Su presencia, tan distinta de la de Nora o Zayn, llena la habitación, ilumina cada rincón. Retuerzo un hilo de la alfombra cuando me siento en el suelo y cuando empieza a prestarme atención, tras cerrar la puerta y lavarse los dientes, estoy ya lagrimeando. Se pone de cuclillas detrás de mí, me abraza y me hace inclinarme hacia delante, con lo que diminutas gotas caen de mis ojos y forman manchas oscuras en la alfombra color crema. Sé que piensa que no puedo seguir así, pero no dice nada. Odio ponerle en esta situación, dependiendo básicamente de él. Es demasiado buena persona como para quejarse, lo cual me hace sentirme todavía más egoísta. Suenan dos golpes en la puerta y Nora entra.
-Hola -dice y eso hace que me sienta, de algún modo, enfadada con ella.
-¿Por qué ha tenido que venir? -lloriqueo.
Me da la mano en una consolación muda, y al rato nos sentamos los tres en la cama, aún abrazados
-¿Quieres hablarlo?
Niego con la cabeza. Nora y Liam habrán estado hablando de ello, y aunque una parte de mí se muere por saber qué ha dicho Zayn, la mayor parte de mí se acobarda en un rincón y tiembla ante la idea de saberlo.
-¿Segura? -no, en realidad no- cuando lo necesites sólo hazlo, ¿vale?
Exploto.
-Necesito hablar, necesito saber por qué ha venido ¿por qué tan pronto? Ahora que lo veo, tan lejos, tan fuera de él pienso en lo tantísimo que le echo de menos, en que si se acercase a mí podría caer de nuevo. No, no quiero. No puedo -se me rompe la voz y me callo.
Abrazo a Nora, no pretendo tomarla con ella y sé que lo estoy haciendo innecesariamente. Cuando bajan a cenar, me empiezo a sentir tan enferma que me niego en redondo a la idea de ver a Zayn otra vez y me quedo en mi habitación, viendo la televisión.

Estoy casi dormida cuando mi puerta se vuelve a abrir y Niall aparece con un plato con una hamburguesa en una mano, en otra una botellita de agua y la guitarra agarrada a la espalda.
-Cena con espectáculo -dice sonriente. Tiene una sonrisa preciosa y me siento mejor al instante.
Apaga la tele y se sienta en el suelo mientras yo me acomodo para evitar mancharme con el ketchup. Rasguea la guitarra y al rato consigo identificar la canción, "One time" de Justin Bieber. Me quedo literalmente a cuadros pero le dejo seguir tocando y cuando empieza a cantar, me quedo muda.Tengo que decir que Niall le da un toque increíble a la canción, la hace preciosa. Cuando acaba y me mira, tengo la hamburguesa a medio camino entre el plato y la boca y la boca abierta como si me hubiera quedado de piedra. La dejo y aplaudo. Se pone rojo y sonríe sin mirarme.
-Soy fan de Justin Bieber, te lo creas o no.
-Bueno... tiene buenas canciones, pero me gusta más como cantas tú.
-Tengo que hablar contigo -dice, mientras quita algo de polvo inexistente de la caja de resonancia de su guitarra, sin mirarme. Me pongo a la defensiva.
-¿Sobre qué?
-Ya sabes... Zayn y todo esto -ya no tengo hambre.
Le miro y sabe que soy inestable y me echaré a llorar, sin embargo, respira y me mira directamente a los ojos.
-Esta mañana no se acordaba de nada. Se ha levantado como si nada, bueno, con una resaca tremenda, claro, y se ha metido en la cocina. Lou le ha hecho el desayuno porque él casi no se podía mover.
-Niall, por favor...
-Cuando ha venido al salón ha sido peor, Liam ha apagado la tele y todos estábamos pendientes por si se acordaba de algo. ¿Y sabes qué es lo único que ha dicho?
-Niall...
-Ha preguntado por qué hoy no había dormido contigo.
-Cállate, cállate, ¡CÁLLATE!
Se queda mudo y me observa durante un rato llorar. Luego se acerca, y me seca las lágrimas con los dedos.
-¿Sabes? Es tarde y tengo sueño, vete, por favor.
Sin decir todavía ni una palabra, se va y no puedo evitar sentirme más sola ante cada paso que da, sin embargo antes de cerrar decide cambiar de idea y explota.
-¿Sabes tú? Zayn fue ayer al puerto, a esperarte. Estuvo tres horas allí solo, hasta que se dio cuenta de que no ibas a ir y volvió. Vio el barco irse y aún así siguió esperando.
-¡LÁRGATE! -chillo y da un portazo.
Tras mi grito y el portazo, toda la habitación se queda oscura y en silencio. No me molesto en seguir limpiándome las lágrimas, me da igual que estén ahí, es una especie de autotortura. Me recuerda que todo es real. Apago las luces, me siento en el banco de ventana y saco las piernas a la calle. Hace una noche preciosa de verano, con un calor aguantable y una brisca fresa que huele a mar. Oigo una risa, busco su procedencia y veo a Harry y a Alai acercándose, a paso lento, hablando y riéndose. No se tocan, Alai lleva los zapatos en una mano y toquetea el tallo de una flor con la otra. Harry carga con una toalla de playa e intuyo que será de allí de donde vendrán.
Harry le acompaña hasta la misma puerta, noto que bajan la voz y Alai comienza a ponerse nerviosa. Él agarra su barbilla y le obliga a mirarle a los ojos mientras acerca con cuidado sus caras hasta que sus labios se rozan. Cuando se separan, ella suelta una risita nerviosa. Mueve entre los dedos la flor blanca mientras observa cómo él se marcha, por el camino que sabe perfectamente que lleva hasta casa de los chicos.
Me tumbo en la cama fría, vacía, tan oscura sin él y me escondo bajo las sábanas. Pienso en las palabras de Niall, en el poco tacto que ha tenido, viéndome llorar y sabiendo que me iba a destrozar. No me había acordado de ello. Niall lo sabía.

>Flashback.
-Tengo una sorpresa para ti -me dice al oído e inmediatamente me agarro a su cuello y me pongo de puntillas para llegar a su oreja.
-No me gustan las sorpresas.
Sonríe y niega con la cabeza, se esperaba algo tan raro de mí. Me da la vuelta y me dirige de la cintura hacia el mismo centro de la pista, donde más ruido hace. Bailamos y cuando más alto está la música, me abraza.
-Un fin de semana, preciosa, tú y yo -tiene que gritar y aunque ensordece mi oído, adoro la sensación que produce su voz en exclusiva para mí.
-¿Qué? ¿Cómo?
-En barco, a una playa no muy lejos de aquí, pero estaremos los dos solos. Nos vamos mañana por la mañana. Y allí tengo preparadas más sorpresas.
-¿Huyes conmigo en serio?
Sonríe con la cabeza gacha, para poder oírme y entonces veo que habla de verdad. Que es en serio. En mi cabeza vienen cientos de imágenes del paraíso mientras me abraza. Un fin de semana solos, sin los demás. No quiero decir que no les quiera, pero me encanta la idea de disfrutar yo sola de Zayn. Entero para mí. Dos días se ven como un lujo si son así.
-Tú y yo -dice sin decir, moviendo los labios para que yo lo vea. Me acerco a su boca y me río, emocionada.
-Tú y yo -repito.
<Fin del flashback.

Mi mundo se hace añicos al acordarme. Me falta el aire, me sobra mundo. Mi propio silencio me aplasta. El dolor es como hundirse, como ser enterrado. Me ahogo con cada respiración. No hay nada a lo que agarrarse, no tiene fin, no existe ningún punto de apoyo. No puedo hacer nada más que dejarme ir. Dejarme ir. Sentir a mi alrededor el peso, cómo me aprietan los pulmones, la presión lenta, baja. (vía Pandemonium, Lauren Oliver) Creía que Niall entendía que me sintiera tan mal, pero me había olvidado de que vino aquí con Zayn. Estoy hecha un lío. Sus palabras sólo han conseguido que me sienta peor. Intento cerrar los ojos y dormirme pero la dichosa imagen vuelve a mí. No sé cómo voy a seguir. Estoy tan cansada...
Abro los ojos en el mismo momento en el que Zayn me decía que me había echado "mmmmmmmmucho" de menos y me llamaba pequeña otra vez. Las lágrimas, delatoras y frías, se deslizan a sus anchas por mis mejillas. Ya ha amanecido, pero me parece que es demasiado temprano para que haya nadie moviéndose por la casa. No quiero abandonar nunca esta cama. Zayn y yo pasamos casi un día entero en la cama, entre dormir, comer, besos y... No, Blair, ese es el camino que te llevará a la locura. Me levanto y empiezo a dar vueltas por la habitación. El corazón me late a tres mil revoluciones por minuto y no sé cómo hacer que se calle. Echo de menos a Niall, siento que me he comportado fatal con él, que le debo una disculpa pero no sé qué es lo que he hecho. Por otra parte, echo de menos a Zayn. Le echo tanto de menos que duele, duele muchísimo. Y lo peor de todo no es el dolor, lo peor es el silencio que conlleva. Mi interior grita, se desgarra constantemente y sin embargo, cuando abro los ojos, todo sigue sin ningún cambio. Es chocante cómo puedes sentirte destrozada, totalmente rota y el exterior no consigue romperse.
Abro los ojos y ya es más de mediodía, abro los ojos y Nora está subiendo de golpe mi persiana.
-Hace un día precioso -canturrea mientras me quita las sábanas de encima y arruga la nariz de forma encantadora.
-No quiero salir nunca de esta habitación.
-Oh, ya te digo yo que lo vas a hacer. Abajo hay desayuno y vamos a ir a comer a casa de los chicos.
-Vale, yo podré hacer algo comestible de tu nevera.
-Ni hablar, vas a venir y no hay más que hablar. No te voy a dejar que hagas esto.
-Yo no voy a ser capaz -le sigo escaleras abajo.
-Niall, y todas nosotras, estaremos allí.
-Nora, Niall ya no habla conmigo.
-¿Qué ha pasado?
-Me habló de... de él y yo... en fin, bueno, es posible que le gritara echándole de mi cuarto.
Pone los ojos en blanco y me ofrece una taza de chocolate frío.
Minutos después, Alai y Hannah vuelven por la puerta del jardín, cotorreando y riéndose en voz alta.
-Mira quién se ha decidido a salir de la cama ¡Te has perdido muchas cosas!
Pienso en Zayn, mi corazón se desboca, pero no es de eso de lo que me hablan.
-Ayer tuve una cita con Harry -chilla Alai de tal manera y tan rápido que parece que dice: ayertuveunacitaconHarreh. Da saltitos, pega chillidos incoherentes durante un rato hasta que, sin dejar de sonreír, vuelve a ponerse en frente de mí.
-Lo sé, os vi por la ventana -sonrío y Alai abre los ojos para luego ponerse roja- ¡No vi nada! No quería, así que cerré la ventana justo a tiempo -nos reímos.
-¿Sabes qué más? -habla Hannah- Los chicos salieron ayer a la playa y... redoble de tambores, por favor: ¡Niall consiguió el número de una chica! De una muy guapa, según Harry, de aquí, morena de tanta playa, con un acento precioso y ojos oscuros.
No puedo evitar sonreír, eso quiere decir que Niall está contento y eso
me quita un enorme peso de encima, la culpabilidad se desvanece en parte. Ando sin rumbo por el porche y me tumbo en los tablones de madera, al sol. Todo parece más claro e infinitamente más positivo de día; de noche no puedes evitar deprimirte, es lógica pura. Pienso en lo que me contó Niall, puede que sea verdad, después de todo. Es posible que Zayn no se acuerde de nada, guardo ese pensamiento positivo y la sensación que trae consigo y me centro en el calor del sol sobre mi piel. Me imagino a mí misma reconciliándome con Niall, que me hable de la chica morena, mirando a Zayn de reojo. Él me mira, claro y entonces me dice que quiere hablar conmigo, damos un paseo y... bueno, todo vuelve a la normalidad. La piel me arde en una sensación increíble y ya no consigo acordarme de Malik besando a otra. Hoy va a ser un buen día.

Cuando estamos en la puerta, me empiezan a sudar las manos. El corazón me late en la garganta y ha empezado a picarme todo el cuerpo. La puerta se abre y el corazón se me para, pero es Liam el que aparece tras ella, haciendo como si las demás no existiéramos y cogiendo a Nora en brazos, dando vueltas y dándose besos. Se me encoge el estómago al entrar, el salón está preparado ya para comer. Me invaden los recuerdos cuando me siento en una silla en el extremo izquierdo de la mesa y todos los demás se sientan por parejitas. Salvo yo, Niall y, claramente, Zayn. Intuyo las siluetas de ambos: Niall, rubio y de rojo; Zayn, sin peinar, seguramente sin afeitar, y de verde. Intento relajarme y contener las náuseas cuando Harry me sirve comida. Aún no he sido capaz de mirar ni a Niall ni a Zayn, y tengo a Niall sentado al lado.
La comida avanza y no tengo fuerzas para comer nada. Algo no va bien, algo va realmente mal. En frente de mí, Nora susurra al oído de Liam cosas que hacen que ambos sonrían como idiotas. No dejan de cuchichear, de darse besos y comportarse como niños. Se nota demasiado que apenas pueden estar sin el otro, que se han echado de menos. Miro la carne y no me molesto en servirme en el plato. Me sirvo helado, eso sí, nocciola. Avellana, claramente. Estoy a punto de establecer contacto visual con Niall para pedirle perdón y dar el primer paso hasta sentirme mejor cuando suena un móvil. Nadie se detiene a pensar de quién será, ya que si es la familia de alguien, llamar al extranjero es bastante caro; así que Liam se levanta rápidamente y contesta.
-¿Sí? -todos mantenemos el silencio, aunque yo no he hablado en la media hora que ha durado la comida.

Liam contiene la respiración y luego nos mira. Hay algo raro en la forma en que nos mira uno a uno, aunque creo que evita mi cara y cuando me mira, algo más raro aún llena su expresión.
-Es para ti, Zayn -dice y se va a sentar con Nora, que le dice algo. Sin embargo Liam le hace callar y cuando siguen pendientes de Zayn, le miro por fin.
Se ha quedado pálido y un ligerísimo susurro en el móvil nos indica que hay alguien hablando al otro lado. Se gira despacio, mira a Liam. Nadie entendemos nada, la sangre me palpita en los oídos.
-¿Quién es? -pregunta.
Más ruidos al otro lado de la línea.
-¿La chica de la discoteca? -dice en un susurro.
Ha hablado tan despacio, en voz tan baja, que creo que me lo he imaginado. Nora me toca el hombro, pero no puedo reaccionar. No puede ser posible. No puede estar pasando, otra vez no. Entonces me mira. Su mirada se clava en la mía y todo duele, pone cara de súplica y sus labios forman un "Por favor, Blair..." y entonces, salgo corriendo.
Salgo de la casa, evito la playa y sigo moviéndome. Nunca pares. Corro hasta que dejo de oír gritar a Nora detrás de mí, hasta que no puedo respirar, hasta que me duelen las costillas y las piernas y hasta que me tiemblan tanto que tengo que parar obligatoriamente. Para entonces, ya estoy llena de lágrimas y moqueando. Oigo mi nombre otra vez y me doy cuenta de que no he llegado muy lejos de la casa de los chicos, ni siquiera sirvo para eso. Unos brazos me arropan, huelen a sentirse bien así que lloro todo lo que puedo, todo lo que me apetece y posiblemente un poquito más. No sé qué hace Niall aquí, conmigo. Pero sea por lo que sea, me abraza, me mece de un lado a otro, me susurra al oído cosas sin sentido. Una y otra vez repite el mismo procedimiento: me aprieta contra él, me mueve hacia los lados despacio y me susurra. Su voz va calmándome poco a poco, sigue meciéndome cuando ya he parado de llorar y seguimos así, abrazados y sentados en medio de la calle, durante un rato más.
-Todo el mundo nos mira -dice al cabo de un rato, intentando no reírse ni subir la voz demasiado.
Se levanta con toda la dignidad de la que es capaz y me ofrece una mano, mientras me seco la cara y el cuello con la palma de la otra mano. No hablamos, no es el momento. Seguimos andando hasta que llegamos a una plaza con el suelo de piedra.
-¿Dónde estamos? -me atrevo a preguntar. Niall duda y luego sonríe.
-No tengo ni la menor idea.
Me echo a reír y seco las últimas lágrimas que han aparecido mientras caminábamos. Se sienta en un banco y me siento con él, frente a frente, de lado.
-Siento haberte gritado, Niall, no pretendía. Me puse nerviosa, no puedo oírlo, ¿vale? La sola idea... -cierro los ojos y vuelvo a recordar la llamada, me entran náuseas.
-No pasa nada, boba -silencio-. Siento lo que ha pasado.
-No ha sido culpa tuya.
Cierra los ojos y se tumba, apoyando la cabeza en mis piernas y empiezo a acariciarle el pelo.
-Anoche conocí a una chica preciosa.
-Cuéntamelo todo.
-Bueno, al principio acompañé a Harry porque me lo pidió, hasta vuestra casa, que había quedado con Alai. No quería ir a casa porque había discutido contigo y no quería que empezaran a pensar que eres algo así como una persona horrible. Así que, empecé a andar, me bañé en el mar, volví a andar y me perdí. Pero ella me encontró.
-¿No deberías haber sido tú el superhéroe en vez de ella?
Me pone mala cara y sigue.
-Me habló en inglés, y me di cuenta de que tiene un acento italiano que me encantó. Luego me fijé bien y me di cuenta de que es preciosa. Tiene la piel muy suave y morena, de estar todo el día en la playa. El pelo oscuro y rizado, pero no rizado del todo si no como, ya sabes, como medio rizado -se ríe, está nervioso-. Y los ojos muy oscuros.
-Es todo lo contrario a ti, y los polos opuestos se atraen.
Me doy cuenta de que le huele el pelo a mar.
-¿Cómo se llama?
-Niki. Me acompañó a casa, le pedí su número y a la tercera fue la vencida, me lo dió.
Ahora se sienta y yo apoyo la cabeza en su hombro mientras él se pierde en sus pensamientos. Le doy las gracias tantas veces, en mi mente y en voz alta que las palabras dejan de tener significado. No quiso volver a casa para que nadie pensara que soy mala persona, y se perdió por mi culpa. Si Niki no le hubiera encontrado, a saber dónde hubiera aparecido; nota mental: agradecérselo cuando la conozca.

Cuando calculamos que ha pasado suficiente tiempo como para que ya haya alguien en el palacio de Nora, seguimos las indicaciones de la gente a la que preguntamos y conseguimos llegar hasta la playa. A partir de ahí es más fácil, pero aún así nos cuesta una buena media hora. Con cada paso que doy, me siento menos segura. Camino pegada al costado de Niall, intentando sentirme mejor, pero no puedo. Toda la sonrisa que había conseguido en la plaza perdida se me ha pasado cuando estamos en la puerta.
-No pienses en ello, ¿vale? -dice cogiendo mi cara entre sus manos antes de irse.
-Pff... -intento no llorar-, lo intentaré.
-Promételo o no te suelto.
-Pinky promise.
Me da un beso en la mejilla y me abraza con fuerza. Se aleja caminando, se gira y grita.
-¡Voy a llamarle! ¡Quiero verla esta noche!
Alzo los pulgares en señal de aprobación y me preparo para enfrentarme a mis niñeras. Llamo a la puerta, Alai abre y me abraza al verme. Luego, me da un intento de puñetazo en el hombro.
-Tía, ¡todavía no te he contado mi cita con Harry!
Miro a Nora mientras entro en casa, está en el sofá con Liam y tiene el tobillo hinchado, recubierto con hielo y en alto.
-Hola, cuñado -digo dándole un beso a Liam y otro a Nora en la cabeza.
-No, ahora no vengas con besos -me dice.
Alai me agarra del brazo y me arrastra escaleras arriba para torturarme durante toda la noche con detalles sobre su cita con Harry mientras Nora se acurruca con Liam y me mira con cara de: "te aguantas, por haber hecho que me preocupe por ti". Además intuyo que lo del tobillo también es culpa mía, genial. Tendré que hacerle muchos gofres con fresas para que me perdone todo esto.
-Alai... tengo sueño, estoy cansada...
-No haber echado a correr -pongo mala cara y lo pilla-. Lo siento.
-No pasa nada. Niall y yo ya estamos como siempre.
Sonríe y se sienta en mi cama, cuando yo me tumbo y me preparo psicológicamente para lo que me espera.
-Cuando quieras -digo.
-No hables hasta que termine, ¿eh? Que nos conocemos.
-Vale, vale.
-Pues, a ver, después de la comida, nos quedamos solos en el sofá. Porque, no sé, de repente todos desaparecisteis. Y empezó a hacerme cosquillas y cuando me enfadé con él, porque me estaba tocando la tripa y no, no, eso no se toca, porque me da vergüenza...
-Alai, te ha visto desnuda -le recuerdo.
-¡Te he dicho que no hables! -dice, poniéndose como un tomate-. Por dónde iba... Ah, sí. Bueno, y cuando se creía que estaba enfadada me dice: "¿Quieres dar una vuelta conmigo?" y le digo yo: "¿Me estás pidiendo una cita?" y entonces me guiña el ojo y me dice que me lo tome como quiera. Y si él quiere jugar, yo más, así que le dije que se fuera a su casa y me viniera a buscar más tarde. ¡Tuve que vestirme, ducharme, prepararme, peinarme y pensar qué ponerme en tiempo récord! ¡Y sola! Bueno, prácticamente sola, gracias a Dios estaba Hannah, que tiene un estilazo... Al final me puse una camisa blanca, pero blanco de este como roto, larga y un poco ancha que tenía como transparencias, preciosa. Unos vaqueros cortos a los que les tuve que dar un par de vueltas, para que me quedaran más cortos; unas sandalias de caña con tiras cruzadas color coral oscuro, muy básicas y un borsalino normal. Iba a coger bolso pero no lo hice, además, no me dejó pagar nada. Bueno, a eso de las 8 llamó a la puerta. Abro, y le veo con una camiseta blanca ajustada al cuerpo que casi me muero, y unos pantalones normales de estos de chándal pero que son buenos, ya sabes, de esos. Y, prepárate, traía una flor blanca impresionante. Como un caballero. Por poco me muero en ese momento, Blair, ¿te lo puedes imaginar? Total, que me da la flor; me dice que estoy guapísima y nos vamos.
Un montón de imágenes, palabras y recuerdos invaden mi mente, sin embargo no dejo de sonreír, con los ojos cerrados. Todos están relacionados con Zayn, aunque he pasado mucho más tiempo con cualquier otra persona que con él. La felicidad que las palabras y la voz de Alai desprenden tal emoción que es imposible que no me haga querer reírme. Me siento dividida, así que me centro en la emoción de Alai e intento visualizar todo lo que me cuenta.

-...andando hasta el restaurante al que fuimos el primer día que vine. Todo esto sin hablar, eh, horroroso. Muy, muy incómodo. Y en el restaurante igual, pensaba que él iba a estar hablando, ya que normalmente no puede cerrar la boca, pero no. ¡Y yo no sabía qué decir! Cenamos en silencio total, y yo como dando golpes en la mesa, haciendo ruidos con los cubiertos y ninguno decíamos nada. En fin... yo estaba emparanoyándome porque era en plan: ¿nos hemos visto desnudos y no sabemos ni hablar cuando estamos a solas? Salimos del restaurante, damos un paseo, andando sin rumbo y parece que le cambia el chip de repente y empieza a hablar. A decir un millón de gilipolleces, algo sobre palomas, gatos, su hermana, una piscina, su padrastro. ¡Y no te imaginas! Me confesó que la primera semana que pasaron los cinco chicos juntos en su casa en Cheshire, se vieron desnudos para coger confianza entre ellos. Me dijo que aunque parezca raro la idea fue de Louis, que él lo había hecho toda la vida con su amigo Stan y siguen siendo mejores amigos.
Me echo a reír, muy típico de Louis, seguramente Harry habría estado de acuerdo enseguida; de alguna manera, los demás habrían aceptado y habrían obligado a Zayn a superar su timidez, convenciéndole de que era lo mejor. Dios mío, ¡no se les puede dejar solos!

-Y va, y dice que en realidad todas las broncas que hemos tenido han sido mi culpa, ¡culpa mía, dice! Qué se habrá creído el muy idiota. Y le digo que la culpa es suya, que dice siempre lo peor en el peor momento, y dice que no, y yo que sí, y él que no. Y dice que podríamos haber estado como en ese momento desde el principio si yo hubiera querido. Y yo le digo que no sea idiota, que desde el principio me tuvo manía porque sí, yo me comportaba como si fuera idiota, pero él me tenía un asco increíble... Entonces me he enfadado, claro. Mucho, estaba super cabreada y no le hablaba. Simplemente le seguía, andando, pensando que íbamos a casa; pero acabamos en la playa. Se sienta, yo sigo de pie y, finalmente, me pide que me siente con él. Me dice: "Alai, lo siento mucho, que blablablá, que no quería decir eso, que no sé qué".
Deja de hablar, traga saliva y suelta un enorme suspiro que no consigue tapar lo emocionada y sonriente que está.

-Y como es una auténtica monada, guapísimo, un cielo, un caballero y tiene los ojos tan preciosamente bonitos pues le perdoné y nos quedamos viendo el anochecer, tumbados en la arena. Y me abrazaba, y me ponía el brazo por los hombros, y yo me apoyaba en su hombro. Y, dios, joder, qué bien huele. No te lo imaginas. Me hacía mientras tanto cosquillas con los dedos en los brazos y en las piernas, se me ponía la piel de gallina, me daban escalofríos y se reía de mí. Cuando ya era de noche del todo, nos tumbamos en unas toallas que tenía y bueno, pues eso, nos quedamos ahí, viendo salir las estrellas, muy romántico todo; hablando, dándonos mimos y todas esas cosas. Me gusta cómo habla cuando está tumbado, aunque suene raro. Le sale la voz más profunda que de normal. Me trajo de vuelta a casa demasiado pronto, me acompañó hasta aquí y.... me besó en el porche.
No digo nada.
-¡Eso es todo! Blair, reacciona. ¡ME BESÓ!
-Dios mío, Alai, es muy fuerte todo -ella se ríe, histérica.
-¡Lo séeee! Ni siquiera me dio un besito en toda la noche, lo hizo como en una primera cita de verdad.
Me trago todos los recuerdos con Zayn que me vienen a la mente y no digo palabra, por mucho que me gustaría. Alai da palmas y da chillidos. Está tan histérica que se cae de la cama cuando le da un ataque de risa tonta. Me río de ella y pienso lo que ella no se atreve a decir: espero que esta vez vaya a bien.