miércoles, 21 de marzo de 2012

Capítulo 13 1/2 (Alai)


Más fiesta para mí, pienso cuando Blair, Zayn, Liam y sobre todo Nora se niegan a venirse por ahí. Si no está Nora delante, puedo molestar a Harry y a su amiguita todo lo que quiera. En cuanto salimos de casa, rodeo la cintura de Marco con un brazo y él rodea mi cuello.
-¿Adónde vamos? -pregunto inocentemente.
-¡A KARMA! -gritan todos los amigos de Carlotta mientras ella se pone roja y mira a Niall, al que no parece importarle que sus amigos se comporten como idiotas.
Me trago mis palabras al llegar a Karma y mi opinión sobre la gente que allí veo. En fin, qué le voy a hacer.

Después de un buen rato bailando con todos y de que a Hannah le hayan dado dos ataques de risa tonta, me canso y creo que es buen momento de ir a pedir algo a la barra. Me escapo de entre los brazos de Marco, que ya ha intentado besarme, y me acerco al camarero sofocada. Se me han olvidado todos los cócteles que me gustaban en Italia. Mierda. Pruebo con algo básico.
-¡Vodka! -le chillo.
Parece entenderme porque desaparece dos segundos para traer consigo una botella de Absolut de brillantes letras azules. Está sirviéndome en una elegante copa la cantidad suficiente para permitirme olvidar que Harry baila demasiado pegado a Cinzia cuando una persona llega de pronto y se inclina hacia él para pedir lo mismo. Le miro.
-Dios mío, ¿no puedes dejar de seguirme medio minuto? -le pregunto.
Harry me ignora y le paga al camarero las dos consumiciones. Sin mirarme a los ojos, acerca su boca a mi oído.
-Ya sabes que preferiría acabar la noche contigo.
Me mira, sonríe para sí mismo y se va. Me bebo de un trago el vodka que me ha pagado y miro el vaso con curiosidad. Parece que va a ser una noche larga.
El camarero me tiende otra copa, esta vez un cubata normal y corriente, barato por la pinta que tiene. Le miro y señala a un chico al otro lado de la barra, Marco.
Vuelvo a bailar mientras noto ese agradable escalofrío que me indica que el vodka surte efecto. Abro los ojos y lo primero que veo es a Cinzia y me inunda la rabia hasta que veo a Louis bailando totalmente borracho y me uno a él.
-Mira, ¡es muy fácil! -dice-. Primero le das palmadas al perro -lo hace y yo le imito-, luego haces como si desenrroscaras una bombilla -le vuelvo a imitar- y ahora... ¡te vuelves loca! -mueve la cabeza de un lado a otro y se vuelve realmente loco, le imito y Hannah tiene un ataque de risa.
Todos acabamos imitando a Louis y bailando el Saturday night, incluso Harry y Cinzia y me lo estoy pasando realmente bien cuando veo a Marco hablando con Gloria. Me acerco y les veo hablar en un rapídisimo italiano del que sólo entiendo 'ella' una y otra vez.
-Ven -le digo cogiéndole de la mano-, me vas a invitar a una copa. Pero elijo yo.
No opone resistencia, tal y como me esperaba. Pido dos martinis y le ofrezco uno, mientras le miro.
-¿No vas a bailar ni un poquito conmigo? -dice.
-No sé bailar.
-Puedo enseñarte.
Quizá si tuvieras rizos, guapo.
-Bueno, por un baile no va a pasar nada, ¿no? -no puedo evitar coquetear con él, me lo pone demasiado fácil. Me acerco a él y pone una mano en mi cintura, sonriéndose-. Pero me vas a tener que contar que hablabas con Gloria.
-¿Estás celosa?
Suelto una risita mientras volvemos con los demás y me siento más segura al ver caras conocidas entre la gente. Bailamos juntos, separados, cambiando de pareja y moviéndonos al compás de un ritmo que no es el que suena por los altavoces. Bailo una especie de tango agarrándome a Hannah hasta que Louis me la quita, bailo con Niall y Carlotta, incluso con Sergio y Giacomo, que parecen mucho más simpáticos cuando no están Nora y Blair delante. Hago mucho el tonto, no puedo evitarlo, y no quito la vista de encima a Harry. Baila con Cinzia pero también sin ella, cosa que me hace feliz por momentos, ésta noche está especialmente guapo, más de lo habitual. Lleva una camisa de color granate y azul oscuro, unos vaqueros oscuros también y sus converse blancas bajas. Está increíble.
-PREPARATO PER IL PRIMO BLACKOUT DELLA NOTTE? IMPAZZIRE! -grita el DJ desde su cabina, y los italianos y yo nos volvemos como locos.
Carlotta, que está más cerca, les explica que van a hacer un 'apagón' de luces y que sólo habrá música y láseres durante unos diez minutos. Harry me mira e intento no sonreír. Nos juntamos todos más, hacemos una piña, y nos preparamos para chillar como locos. El DJ vacila un poco haciendo un par de simulacros apagando y encendiendo todas las luces haciendo que la gente chille sin parar.
-Go! -grita por el micrófono.
Las luces se apagan y todos chillamos en el segundo que todo se queda en silencio hasta que la música suena más alto que antes por todos los altavoces de la sala. Es un subidón enorme. En efecto, no se ve nada, los ojos no consiguen adaptarse a la poca luz; sin embargo, durante unos segundos, encienden todo y apagan todo como un intermitente.
Entonces es cuando veo a Harry, como a cámara lenta debido a las luces, acercarse hacia mí. Me agarra en el instante en el que alguien deja de jugar con las luces y vuelve la oscuridad, los chillos y la música a todo volumen. Paro de bailar y le agarro con fuerza el cuello, me pongo de puntillas y alcanzo la altura de su oído.
-Yo también preferiría acabar la noche contigo, Haz.
Sus manos suben desde mi cintura, por mi espalda, mis brazos, hasta mi cara, roza mis labios ligeramente y pega su frente en la mía. Suelta un suspiro y ya no me siento achispada, ni borracha, sólo siento sus manos rozándome.
-Estás borracha -dice riéndose, y yo me río también, disfrutando de su aliento en mi cara.
-¿Y tú no?
-No cuando te lo he dicho.
-Los borrachos no mienten.
Las luces vuelven y sin dejar pasar un instante, se aleja de mí, aunque posiblemente alguien nos haya visto. Intento recomponerme rápidamente del shock y disimular, porque tengo que parecer tonta. Creo que se me ha ido toda la borrachera de golpe. Vuelvo a empezar a bailar y le busco desesperadamente, gracias al cielo, no está con Cinzia, sino con Louis.

Lo que parecen horas más tarde, cuando ya me he bebido cuatro martinis, dos cubatas a cargo de Marco y otro vodka a cargo de Harry; es el segundo apagón. Pero esta vez me pilla sola. Me quedo totalmente quieta, no estoy cerca de la barra ni de ninguna pared. Y me tambaleo sola. Mierda, mierda. Una mano me toca el culo, me doy la vuelta con rapidez y pego a alguien, me mareo y estoy a punto de caerme cuando la persona me agarra con fuerza.
-No te puedo dejar sola, ¿eh?
-¿Tú me has sobado?
-¿Quién si no?
-Cualquiera.
-Ya, claro.
-Deja a Cinzia -le suelto acariciando su espalda. Se ríe.
-Estamos borrachos, mañana no pensarás igual. Y volverás a echarme de tu habitación a golpes -me siento culpable y bajo la cabeza.
-Pero yo quiero que te quedes.
-Convénceme.
Roza sus labios con los míos y cuando quiero que se acerque más, tiene más fuerza que yo y me besa en la mejilla. Las luces ya han vuelto, me mira y se vuelve a ir. Suspiro y le sigo, berreando en mi cabeza y preguntándome por qué no puede ser amable por una vez. Empieza a bailar con Cinzia y a sonreírle y yo me pongo celosa. Odio que se comporte así, pero a la vez me encanta. Está bien, él ha querido guerra. Bailo con todo el grupo y rápidamente Giacomo se me acerca y bailamos juntos. Nos reímos, hablamos, y hacemos el idiota. Él también ha bebido demás, tiene la pálida cara roja como un tomate y parece mareado pero con ganas de fiesta. Estamos agarrados y bailando agachados cuando Marco me agarra del brazo con fuerza y me hace girarme.
-¡Me haces daño! -le chillo, pero no parece oírme.
Entonces todo pasa muy rápido, noto la ira en los ojos de Marco, veo a Giacomo sentado en el suelo mirándonos sin entender nada, a Hannah mirarme con miedo, a Carlotta intentando que me suelte. Pero en lo único que me fijo es en Harry, que se le ha tensado la vena del cuello, y viene hacia mí, aunque Cinzia le ha intentado parar. Agarra a Marco del cuello de la camiseta y le empuja hacia atrás, haciendo que me suelte. Un tipo de seguridad intenta abrirse paso entre la multitud y la gente que tenemos alrededor ya ha hecho círculo y se han apartado.
-No la toques -le dice y entonces el segurata se acerca y se pone en medio, hablando con un fuerte acento italiano en un intento de inglés.
Agarro a Harry y consigo que me siga con dirección al baño. Cuando nos sentamos en un sillón que hay en la antesala de los baños, le miro con ojos llorosos y me abraza con fuerza.
-¿Quieres que le parta las piernas? No es un problema.
-Sólo quiero irme a casa.
-¡Estáis aquí! -aparece Hannah al rato, seguida de todos los demás excepto Gloria, Marco y Sergio-. Creo que es hora de que todos nos vayamos a casa, Carlotta y Cinzia quieren llevarse ya a Giacomo porque ha bebido demasiado.
Harry y yo miramos a la vez a Louis, que ha bebido lo mismo que Giacomo pero se tiene en pie solo. Me río ante el poder de Inglaterra frente a Italia y Harry me sigue.
-¿Nos vamos entonces? -dice Lou.
-Iros vosotros, voy a invitar a Alai a la última copa, para que se sienta mejor -dice Harry y todos le miramos sin entender nada. Él sólo mira a Louis, que se encoge de hombros, luego mira a Hannah y todos emprenden la marcha.
Cuando nos quedamos solos, insiste en invitarme a algo y me lleva de la cintura hasta la barra.
-¿Qué parte de 'sólo quiero irme a casa' no entiendes, Styles?
-Sigues teniendo que convencerme.
Pide una ronda de chupitos y nos ponemos a beber, y me gana por dos, cuando ya no puedo más. Nos dan ataques de risa y me lleva hacia la pista pero me quedo quieta y cruzo los brazos. Él me mira, baila a lo loco, se para y vuelve a mirarme.
-¿No bailas?
-No -intento ser seria pero me echo a reír y recorto la distancia que nos separa corriendo hacia él, que me agarra y por un momento me coge en brazos y da vueltas, haciendo que nos mareemos. Me agarro con fuerza a su cuello y me acerco a su oído.
-Tienes que quedarte conmigo porque sé dónde está el sirope que esconde Nora y podemos jugar con él.
Vuelve a elevarme por los aires y me hace mirarle.
-Vas a tener que convencerme más, pero merecerá la pena, te lo aseguro -me guiña un ojo.
Agarro su cara entre mis manos y le beso. Sin fuerza, simplemente un pequeño beso, un roce entre labios. Nada más.
-¿Eso es todo? -dice, dejándome por fin aterrizar en el suelo.
Me rodea con los brazos la cintura y me acerca todo lo posible a él, dejándome notar su estómago plano contra el mío. Y entonces me besa, deja de jugar conmigo, deja de marearme y aunque muy en el fondo de mí sé que mañana estaremos otra vez peleados, un sólo beso suyo merece la pena. Nos besamos como siempre, con ansia, con hambre de ti, jugando, tocando su lengua con la mía y guardándome su sabor para mí.
-Me has convencido -dice.
Salimos a la calle y me pone su blazer sobre los hombros, le dirijo yo de la mano, dando tumbos los dos, caminando en eses y besándonos en cada farola.
Llegamos a casa y cuando abro la puerta Harry empieza a morderme e intentar tirarme mientras contengo la risa.
-Shh, ¿quieres despertar a todo el mundo?
-¿Acaso importa? -dice mirándome.
No, la verdad es que no. Le tapo la boca con una mano y empieza a tocar con la punta de la lengua mi mano. Me limpio en su camiseta e intenta cogerme en brazos.
-¿¡Harry, quieres hacerlo ya?!
-Está bien, está bien, ya voy.
Abre la puerta con las escaleras dirección al cine, en la planta baja, y yo le sigo de cerca, aferrada a su mano. Cuando por fin toca el interruptor, miro un segundo la sala y caigo al instante dónde Nora ha guardado el sirope de fresa y chocolate. Me subo a los asientos del final de la sala pero no alcanzo el proyector.
-Harry, Harry -le llamo, y me mira, tumbado en la moqueta-. Necesito tu ayuda.
Se sube por mí y, por fin, da con el sirope. Se cae al suelo cuando intenta bajar despacio y me echo a reír.
-Pero no te rías de mí.
Sigo riéndome como una loca sentada en una de los asientos, sin poder parar. Harry coge mi muñeca y tira de mí hasta hacerme caer sobre él.
-No vale -digo.
Me calla dándome un pequeño beso y hacemos la croqueta el uno sobre el otro para llegar al centro de la sala, donde no hay sillones y el suelo está más acolchado. Le abandono sólo en el suelo y abre un bote de sirope. Chocolate, la resistencia es inútil. Me quito los tacones y los tiro al final de la sala, mientras me mira aún desde el suelo. Me acerco a la puerta, echo la llave y también la tiro a lo loco, la otra llave la tiene Nora y no la usará. Me giro, me sigue mirando y me enseña el bote de sirope. Me acerco a él, caminando despacio y me siento de rodillas a su lado, a la vez que se levanta ligeramente. Me besa con fuerza mientras me rodea con los brazos y me inclina encima de él. Toco el límite de su camiseta y luego por debajo, tocándole la piel, de abajo a arriba, y termina quitándosela. Le miro, miro el sirope y sonríe. Lo alcanzo y veo su cara cuando se lo echo por la piel del estómago. Me inclino hacia el sirope de chocolate y Harry suelta un pequeño suspiro cuando mi boca roza su piel. Al menos no es hielo, que no se queje. Despacio, a base de besos y pequeños lametones doy con todo el chocolate de su estómago.
Me hace sentarme encima de él, también sentado ya. Le toca, coge el sirope de fresa y lo derrama sobre mi cuello y noto cómo va bajando por mi hombro, está frío y me estremezco.
Le miro, tiene los ojos rojos y se nota que le encanta lo que está haciendo. Me vuelve a besar, manchándose su propio pecho de sirope de fresa y quedándonos los dos pegajosos, para luego ir besando mi mandíbula, mi cuello. Noto cómo va dejándome chupetones a la vez que me retira el sirope, no quiero que pare, sigue besando y lamiendo cada centímetro de mi piel que se va encontrando hasta terminar, aunque sigue sin parar. Le empujo hacia atrás para que me deje y se cae, dejándome otra vez encima de él. Lamo con gusto los restos de sirope de su pecho y voy a besarle cuando me encuentro con sus ojos. Me quedo mirándole y noto cómo sus manos firmes se cuelan por debajo de mi vestido y suben hasta mi cintura, para que me lo quite. Lo hago y me vuelve a mirar.
-¿Ves? -consigue decir, con voz ronca-. Merecía la pena que me convencieras.
Sonreímos y me acerca a él, para besarme con cuidado, con cariño por primera vez, acariciando mi pelo. Sí, todo merecía la pena.

Despierto y veo que abre los ojos a la vez que yo. Bosteza con los ojos aún entornados y sonríe.
-Buenos días.
-Hola -digo con tono dulce.
Como siempre, hemos acabado sin ropa. Su presencia flota por todo mi alrededor, sus manos en mi espalda y cintura desnudas, las mías en su pecho y sus labios en mi pelo.
-¿Me dejas irme ya o prefieres echarme?
Le miro y veo que habla en serio. Acaba de estropearme todo el momento.
-En realidad no pretendía hacer ninguna de las dos. Pero adelante, lárgate.
Me levanto y busco la llave, que le lanzo a la vez que se levanta y me mira confuso. Busco como loca toda mi ropa, cojo el vestido y los tacones.
-¡Lárgate!
Coje la llave despacio y la sostiene en el aire. Doy vueltas por toda la sala buscando mis cosas, cuando las tengo todas, Harry no se ha movido y sigue igual de confuso. Y desnudo.
-¿¡A qué esperas!?
Me acerco a él como un terremoto, le quito la llave y abro la puerta yo misma, subo las primeras escaleras, le tiro uno de mis tacones a la cabeza, que esquiva, cuando estoy a punto de llorar.
-Ya sabes dónde está la puerta -le chillo, histérica.
Subo las escaleras y veo a Liam y a Nora desayunando juntos en el sofá, con Nora debajo del brazo protector de Paynee. Se miran entre ellos y parecen comunicarse, los dos saben lo que ha pasado.
No digo nada y vuelvo a llorar, subiendo las escaleras de dos en dos hasta encerrarme con un portazo en mi habitación. Tiro todas mis cosas en el suelo y me dejo caer yo también. ¿Por qué es tan idiota? ¿Por qué siempre le creo? Las lágrimas están cargándose todo mi elaborado maquillaje y lo malo es que no es la primera vez. Sin dejar de llorar y de sorberme la nariz entro al baño y me lavo la cara. Me miro en el espejo, estoy llena de chupetones, restos pegajosos de sirope y algún mordisco que no dejarán que me olvide de lo que ha pasado. No quiero tener que esforzarme en ducharme, no tengo fuerzas. Me tiro en la cama y entierro la cara contra la almohada, llorando sin parar. No me puedo creer que siempre le crea tan fácilmente, no puedo echarle siempre la culpa al alcohol.

1 comentario:

  1. No se como lo haces pero cada capítulo me gusta más...estoy mega-super-enganchada!!!!!!! :D ...las idas y venidas de Hazza y Alai son increíbles!! JAJAJAJA!

    ResponderEliminar