viernes, 20 de abril de 2012

Capítulo 15 (Blair)

Desayuno sola en la cocina, más temprano de lo que me suelo levantar normalmente, pero animada igualmente. Pienso que me estoy volviendo débil, que me he acostumbrado a dormir acompañada. Me como una galleta cuando Niall baja las escaleras pesadamente y me da un besito para sentarse a mi lado.
-Es tan pronto que ni sé por qué me he levantado. Me debería haber dormido otra vez.
Apoya la cabeza en mi hombro y cierra los ojos, me río.
-No puedes estar durmiendo siempre, el día dura 24 horas y no puedes estar durmiendo 12 o más.
-Eso es lo que hace tu novio.
-No es mi novio.
Se va al sofá mientras recojo un poco y luego le acompaño, tumbándome en el lado vacío. Cada uno con la cabeza en un lado del sofá, está distraído. Dudo si preguntarle si está bien, los chicos pasaron ayer toda la tarde hablando con él, no creo que sea buena idea sacarle el tema de nuevo.
-¿Te vienes a correr conmigo?
-¿Eh?
-Correr. Por la playa. Es para bajar los kilos de más -me excuso.
-Em... claro, ¿por qué no? Pero te aviso que no soy un gran deportista.
Cuando salimos, ya se está quejando. Los dos llevamos nuestros cascos, así que no nos hacemos mucho caso. Correr me hace centrarme más, aunque sea sólo por evitar pensar en el dolor que tengo en las piernas. Y la idea de perder peso me encanta, como si correr un día al mes durante diez minutos me diera permiso para comer helado siempre que quiera. Empieza a hacer calor, el viento me azota las mejillas sin llegar a enfriarlas. Los dos parecemos aguantar bien el ritmo, miro a Niall, que tiene cara de concentración y cuando le miro, sonríe, sin dejar de mover los labios ligeramente, cantando en su mente.
Terminamos en la puerta de mi casa y ya caminamos hasta la suya a paso increíblemente lento, hiperventilando y hasta sudando.
-Ha estado mejor de lo que pensaba -dice, rompiendo el silencio.
-Mentira, no dejabas de quejarte -digo para picarle y le hago burla.
Sonríe, me insulta de manera cariñosa y entramos. Lo primero que hago es subir y asegurarme de que, efectivamente, Zayn sigue dormido y yo puedo ducharme tranquilamente. Al bajar, oigo a Nora y Liam desayunar con Louis y lanzarse miraditas cada vez que creen que él no les ve.
Les miro sentada en las escaleras. La escena me recuerda un poco a una película de esas, en las que la chica presenta su novio a su padre y no pueden acercarse delante de él pero no hacen más que lanzarse miraditas de deseo. Creo que Louis haría el papel de padre, ya que es el único sentado en la mesa, tomándose su desayuno y leyendo una revista. Nora y Liam se mueven siempre al compás, como sin poder separarse más de un metro el uno del otro. Trastean por el pequeño espacio de la cocina, chocándose continuamente y bailando a ratos. No hay música, pero dudo que les haga falta siquiera. Louis les mira de vez en cuando, y sonríe ante cualquier cosa que hagan.
Ahora han dejado de trastear, se colocan uno al lado del otro y empiezan a preparar algo en la encimera, en la misma que les he visto besarse como si se fuera a acabar el mundo en segundos. Liam mira a Nora de reojo, que finge no darse cuenta y pone cara de concentración, evitando ponerse roja. En cuanto Liam deja de admirarla, que se toma su tiempo, ella le mira. Se les ve tan fascinados el uno por el otro que no parece ni real. Empiezo a entender poco a poco la frustración de Alai cuando les ve juntos. Veo a Liam pararse y mirar a Nora, que hace como si le ignorase. Liam pasa a la acción y empieza a intentar llamar su atención: quitarle de las manos lo que está haciendo, tocarle el pelo, darle besos, abrazarla, hasta que finalmente Nora se da por vencida y se deja mimar. Justo en el momento en el que Louis se levanta hacia la encimera y se aclara la garganta para dejar la taza en la fregadera, haciendo que los vaqueros se separen el uno del otro.
Zayn no elige mejor momento para bajar por las escaleras y sentarse a mi lado.
-¿Algo interesante?
-Los cuqui-vaqueros haciéndose mimos.
-Te iba a acompañar antes, cuando te has duchado, pero me daba pereza.
-No pasa nada, estaba muy cansada. He salido con Niall a correr.
-¿Con el Niall que yo conozco?
Asiento con la cabeza y le veo bostezar. Me da un besito en la frente y entra en la cocina, donde Nora y Liam ya han desaparecido y Louis vuelve a ocupar la única silla mientras Hannah y Alai hacen como si se pelearan con dos plátanos.
Me tumbo en el sofá y apoyo la cabeza en las piernas de Niall, que juega con mi pelo e intenta hacerme trenzas a la vez que grita que ni Louis ni Harry saben jugar debidamente al FIFA y le dejen a el.
Pasamos la tarde en la playa, donde ya prácticamente tenemos nuestros sitios reservados, y Niall y yo pasamos la mayor parte del tiempo juntos. Nos comemos dos helados de chocolate cada uno a parte de cualquier cosa que veamos que tenga buena pinta. Si quedaba algo de estrés en mi cuerpo definitivamente se ha ido ya, además creo que me estoy poniendo morena y todo.
Sólo quedamos Zayn, Nora y yo en el salón y para cuando quiero darme cuenta, me pregunto cuándo se han ido los demás. Tengo sueño y se me ha hecho el día extrañamente corto a pesar de los largos y soleados días italianos. Bah. Me despido con un gesto y dejo solas a las dos criaturas de noche para irme a la cama de Zayn y caer rendida.
Si lo pienso bien, desde el encuentro en las escaleras, Zayn lleva todo el día sin hacerme caso. Pero tengo que darle su espacio y en teoría yo también tengo que tener el mío. Pero bueno, se me hace complicado, de ser por mí no me separaría nunca de él. Cada segundo que pasa me pongo más nerviosa. He pasado la mañana con Niall, pero porque no quiero verle bajo de ánimos, eso me destroza, pero tanto Zayn como los demás también han estado muy pendientes de él. Es decir, ¡acaban de dejarle! Y no se lo esperaba para nada, aunque sinceramente espero que no sea por mi culpa. Volviendo a Malik, no sé qué le pasa, pero creo que se está quedando dormido en su mundo. No creo que sea nada grave. Sueño, igual; o echa de menos Bradford, su familia y amigos.
Se abre la puerta y le oigo entrar, no sé qué hora es pero me da la sensación de haber dormido ya horas. Enciende la luz y me tapo con las sábanas.
-¡Eh! ¡La luz! -le regaño.
-Vaya, no te esperaba aquí.
-¿Dónde iba a dormir si no?
-Ah, no sé. ¿Con Niall? -dice con tono borde. Peligro, intento no cabrearme.
-¿Estás celoso?
-También puedes irte a tu casa o dormir en el sofá -dice sin hacer caso a mi anterior comentario, que es la gota que colma el vaso.
-Eres idiota -le suelto cuando cierro la puerta tras de mí.
Seré sincera: la oscuridad me asusta, así que la idea de bajar las escaleras hasta el salón queda descartada desde ya. Podría dormir con Alai, en la habitación de invitados, pero sé que es pequeña. Decido acudir a la única persona que me entenderá.
Niall duerme acurrucado en un lado de su cama, sin camiseta y tan adorable como siempre. Veo a Nora y a Liam abrazados en la diminuta cama de Liam al otro lado de la habitación y no puedo evitar sentirme triste e increíblemente celosa.
-Nialler -le llamo en voz baja y medio abre un ojo, levantando la cabeza de la almohada para mirarme-, Z me ha echado.
Destapa la colcha por el lado vacío y vuelve a dormirse, conmigo a su lado.
Al dia siguiente me despierto, o mejor dicho me levanto de la cama porque apenas he dormido, entre lágrimas. Había intentado no hacer ruido, pero Niall finalmente apenas pudo dormir tampoco. Liam, no sé cómo, consiguió dormir toda la noche de un tirón a pesar de tenerme en la misma habitación aunque Nora no corrió la misma suerte. Hace rato que han bajado a la cocina los tres y no puedo dejar de sentirme culpable. Despertar a Nora, amargarle la noche a Niall y discutir con Zayn por una tontería son los tres primeros pecados que me llevarán al infierno. Mierda, estoy empezando a desvariar.
Bajo a la cocina sin detenerme a pensar en mi aspecto, simplemente porque es demasiado pronto para que Zayn haya amanecido todavía y más aún teniendo en cuenta que ayer se echó a la cama a las tantas. Me siento en una de las frías sillas de la cocina y miro a Niall comer una tortita distraídamente. Me pasa un plato y me pone una tortita con una carita sonriente echa con chocolate fundido.
-¿Has cocinado tú?
-Sí, y no es por nada, pero me han salido riquísimas. Así que cómetela antes de que bajen Harry o Alai, que siempre acaban con todo lo dulce de la casa.
Aunque no tengo mucha hambre, prefiero no llevarle la contraria. En el reloj de la cocina pone que no llegan a a ser las 11 así que más de media casa estará durmiendo. Alai baja bostezando las escaleras y quejándose, cómo no.
-¡Tortitas! -chilla nada más entrar y se pone tres en un plato, mientras calienta un café.
-¿Tú no estabas a dieta?
-Siempre estoy a dieta. Así que, básicamente, es como si no estuviera. Pero tú shh, eh, que es un secreto -rebusca entre el armario y da con el sirope de fresa y caramelo-. Vaya, pensaba que Harry y yo ya lo habíamos acabado todo. Es bueno saber que queda un poco.
-Alai...
-Para las tortitas, mujer.
Pongo los ojos en blanco y me termino el desayuno, para luego dirigirme al salón. La escena no es muy rara: Niall dormido en el sofá y Nora ordenando. Por compensarle el haber dormido poco, le ayudo a terminar de recoger y cuando acabamos, se acerca y me abraza con fuerza.
-¿Todo bien?
-Sí, bueno. Estoy preocupada por cuando se despierte. No sé cómo va a estar.
-Dormido -dice y se ríe-. No tienes de qué preocuparte, aún falta para que salga de la cama.
Me siento en el sofá con Alai, convencida de que Nora tiene razón y aún faltan horas para que se decida a salir de la cama. No quiero enfrentarme a él, sentirme mal y tener que aguantar que me mire mal. Sin embargo, estoy viendo en la Mtv un vídeo de Bruno Mars, Just the way you are, cuando empieza a bajar gente del piso de arriba. Louis, Hannah, luego Harry y finalmente Zayn, con los ojos todavía a medio abrir. El poco silencio que habíamos conseguido mantener se rompe en el instante en que Hannah y Harry tienen un ataque de risa cuando Louis tira el café y empieza a gritar pidiendo té. Liam ruega que haga el favor de coger la fregona y limpiar lo que hay en el suelo mientras la voz ronca de Harry dice algo parecido a bailar bajo la lluvia con una fregona. Les oigo gritar pero no consigo oír la única voz que quiero oír. Me quedo inmóvil en el sofá, de espaldas a la cocina, esperando oírle, sin atreverme a girarme para mirarle a pesar de estar muriéndome por saber qué cara tiene. Tenso todos los músculos del cuerpo cuando noto que alguien se apoya sobre el respaldo exactamente encima mío y me mira. Sé que me está mirando. El corazón me va a mil por hora, sé quién es.
-¿Podemos hablar un momento?
No soy tan tonta, sé lo que la gente quiere decir cuando dice eso. Por lo que no. No podemos. Noooooooooooooooooooooooooooo.
-Claro.
Me levanto del sofá y le sigo hasta el porche trasero, en la playa. Se sienta en las tablas de madera y me siento al lado, sin tocarle, dejándole su espacio. Deja un paquete de tabaco y un mechero que tenía en la mano en el espacio entre los dos y se rasca la tripa, ya que no lleva camiseta. Entierro la mano en la arena mientras le da una profunda calada a un cigarrillo, se relaja y vuelve a dejar el mechero en su sitio.
-Siento haberte tratado así ayer por la noche.
-No pasa nada.
Vuelve a no hacerme caso.
-Sí que estaba celoso de Niall.
Le miro, sin creerle.
-¿Por qué?
-Porque te pasaste todo el día con él, y yo quería que estuvieras conmigo.
-Pero ¿por qué te pusiste así? No me hacías caso, así que yo creía que simplemente pasabas de mí.
-Tú pasabas de mí, estabas todo el rato con Niall.
-Pero porque tú no estabas conmigo.
-Sé que no soy como él, es muy cariñoso y todo eso.
Veo cómo no aparta la vista del mar y vuelve a aspirar de su cigarro, ya a medio consumir, y abre la boca ligeramente para dejar que el humo ascienda. Suspiro, hasta fumar lo hace de una manera irresistible. Intento recomponerme rápidamente.
-Así no llegamos a ninguna parte -contesto por fin.
Me mira y sonríe al ver mis pelos de loca, aparta el paquete de tabaco y el mechero y me hace un gesto para que me acerque a él. Me acoplo en su costado, bajo su brazo y apoyo mi nariz fría en su cuello. Apaga el cigarro en una de las tablas de madera, echa todo el humo que le quedaba en los pulmones y me envuelve con los dos brazos.
-No podemos seguir así -dice.
-¿Quién es el celoso? -me muerde la mejilla como protesta.
-Tú también te pones celosa.
-Ya hemos discutido por esto, Zayn. Tú no tienes por qué ponerte celoso de nadie, y menos de Niall, que es amigo tuyo.
-En realidad me pongo celoso hasta de Nora.
No puedo evitar reírme y aprovecha mi risa para entrelazar sus dedos con los míos.
-Bueno, lo mío es peor. A mí me pone muy celosa Liam.
-¿Sí?
-Estoy segura de que Nora es una tapadera. Está todo el día contigo, dándote abrazos y picándote para que le hagas caso.
Su risa estalla en mi oído y me relajo del todo. Le miro de cerca, es guapísimo. De verdad. Demasiado guapo.
-Te eché de menos anoche.
-Liam me lo ha contado todo, que dormiste con Niall y que Nora estaba contigo y eso.
-¿Ves? ¿Ves? Quiere alejarte de mí.
Nos reímos los dos y le beso.
-¡Ataque sorpresa! -digo y empieza a hacerme cosquillas mientras me da un beso, y otro, y otro. Por las mejillas, el cuello, la boca.
-Contraataque sorpresa.
Sonríe y me sienta en su regazo cuando por fin deja de hacerme cosquillas.
-Yo también te eché de menos anoche, se me hace raro dormir sin ti.
Me levanto y sin que me suelte la mano, volvemos dentro. Va a desayunar y me siento en el sofá, con Nora.
-Liam no me quiere como tapadera, idiota.
-¡Eres una cotilla!
Le doy con un cojín en la cara y empezamos una guerra de almohadas.
Por la tarde llueve. Llueve de esa maneras que sólo da ganas de ponerse el pijama y abrazarse a alguien. Aunque no llevo pijama, estar abrazada al calor de Zayn compensa eso y mucho más. Como viene siendo habitual, no tenemos ningún plan para por la tarde así que la pasamos entre palomitas, Love Actually, Transformers, sirope de caramelo y partidas al FIFA. Alai, como también es ya habitual, se ha apoderado de de las palomitas y no comparte con nadie.
-¿Qué me das a cambio? -le dice provocadoramente a Harry cuando éste le suplica que le dé al menos una palomita.
Harry gatea hasta ella, sentada como una niña pequeña abrazada a las palomitas en una esquina del salón y le da un sonoro beso en la mejilla.
-¿Te sirve?
-¡Claro que no! -dice limpiándose la mejilla con una mano.
Miro a Zayn, que está intentando no reírse.
-Estos dos vuelven a acabar la noche juntos -le susurro al oído y asiente.
Harry se queda pensando y de repente, sonríe con esa sonrisa que todos sabemos bien que significa. Antes de que Nora se levante para impedirlo, Harry agarra la barbilla de Alai y presiona sus labios contra los suyos durante un par de segundos, que se hacen eternos. Todos nos paramos esperando oír los chillidos de Alai pero ella se limita a sonreír y a dejarle coger un puñado de palomitas. Segundos después, todos olvidamos el extraño asunto cuando en la televisión se ve lo que parece ser un video cómico de un perro y un gato.
-¿Hacemos tarta?
La sugerencia es recibida con gritos y aplausos por parte de Alai. Nos ponemos manos a la obra y cuando entre Hannah y Louis, como buenos mayores de edad, están mirando a ver si falta algún ingrediente, caigo en la cuenta de que Nora y Liam están solos aún en el salón. Me acerco, despacio, por si están haciéndose mimos.
-¿Qué pasa, vaqueros? -pregunto acercándome.
-Liam...-comienzo a decir Nora- está triste,molesto,enfadado conmigo...
-Nora no... -interviene Liam.
-¿Discusiones entre vaqueros? Creo que sobro.
-No discutimos.
-¿Entonces qué pasa?
-Nada, ya os lo he dicho -Liam se está cerrando en banda y Nora aprece a punto de sufrir un colapso.
-Liam -me acerco y tiro de su brazo hasta que se levanta-, nada de caras largas, hoy no, que vamos a hacer tarta de chocolate.
-¿Venis?-Zayn aparece por la puerta y me abraza por detrás-. Me has dejado solo -me dice al oído y yo intento no sonreír como una idiota ni derretirme.
-Yo me quedo -dice rápidamente Liam.
-Yo también.
-No, vete con ellos, sé que te gusta hacerla, yo... yo prefiero estar solo.
Zayn y yo les miramos a ambos, Nora no parece querer discutir pero no quiere dejarle solo. Se levanta finalmente y le da la espalda.
-¿Seguro, bro?- le pregunta Zayn
Nora se aleja y le sigo, cuando consigo separarme de Malik, hasta la habitación.
-¿Estás bien? -pregunto estúpidamente.
-¿Tú que crees?
-No entiendo que ha pasado, antes estabais tan bien.
-Ni yo, no, no he dicho nada, simplemente he preguntado por sus padres y eso parece que es suficiente motivo como para dejar de hablarme.
Se sienta en la cama y me quedo de pie, observándola. Parece perdida y confundida, da una pena infinita.
-No es tu culpa, Liam es humano, necesita tiempo y espacio.
-Eso ya lo sé, B, yo también lo necesito, esta mañana lo necesitaba y no por eso le he dicho que se largara.
Se quita la camiseta de Liam y rebusca en el suelo hasta dar con sus shorts y una camiseta.
-¿Qué haces?
-Lo que me ha pedido
-Nora, no, no seas asi.
-¿Y qué hago? ¿vuelvo al salón y hago como que no he oído nada? -me siento en la cama e intento que se calme.
-Esperas y cuando él este mejor lo hablas, sobretodo no pienses en ello, te conozco, sé que lo vas a hacer, sé que hasta que no lo soluciones no vas a ser tú. ¿Alegras esa cara por la pobrecita de tu amiga que te lo pide?- intento otra técnica, pongo cara de pena y le hago pucheritos. Siempre funciona.
Sonríe por fin y, más convencida, bajamos a la cocina donde siguen todos menos Liam.
-¿En qué puedo ayudar? -pregunta.
-Estamos terminando de hacer la primera, ¿te apuntas a una segunda?- me pregunta Hannah.
-Pero esta tiene que llevar caramelo, me lo has prometido -berrea Alai como una niña pequeña.
-Sí Alai, llevará caramelo.
-¿Me lo prometes? -se echa a reír y luego parece darse cuenta de que tiene más de 3 años.
Veo que le guiña un ojo a Harry y él se sonroja. Toda la obsesión por el caramelo y el sirope empieza a cobrar sentido. Intento ayudar a Hannah volviendo a poner todos los ingredientes sobre la mesa cuando Harry tira la bolsa de harina encima de Nora. Todos nos empezamos a reír de su cara y ropa totalmente blanca mientras pone cara de odio a Harry y le chilla a Hannah que necesita ropa.
Entre Zayn y yo metemos la última tarta al horno y la ponemos a terminarse mientras en el salón Hannah, Alai, Harry y Louis están comiéndose lo que ha quedado de caramelo a cucharadas.
-¿Y Liam? -pregunta Zayn mientras coge con un dedo caramelo.
-Ha subido arriba, estará con Nora.
-Hoy cae -comenta Niall.
-¿Qué cae? -preguntamos Alai, Hannah y yo a la vez.
-Me vas a deber dinero, Tommo.
-Zayn, ¿de qué están hablando? -digo quitándole del labio con un dedo el caramelo que le ha quedado en el labio y probándolo, está riquísimo.
-No, Malik, no te chives -suplica Harry-. Es muy rastrero, se enfadarán.
Hannah y yo hacemos un movimiento a la vez: alejarnos de Louis y Zayn. Alai abre los ojos como platos.
-Más os vale que no le hayáis hecho nada a mi hermana -Harry y ella se miran pero él permanece callado.
-Hemos apostado cuánto van a tardar en acostarse -admite Louis, por fin, tras un rato de silencio y tensión.

1 comentario:

  1. HOLAAAAAAAAAAAA si alguien está leyendo esto que me envíe un mensaje!!!!!!!!!

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